TENER GRUPOS VITALES,
NO GRUPOS FORMALES Y RELIGIOSOS
En el pasado hice hincapié en que las reuniones de grupo no deben ser formales ni deben ser servicios religiosos de adoración. Sin embargo, después de haber asistido a algunas de las reuniones de grupo, he observado que seguimos teniendo reuniones religiosas, reuniones de adoración, una especie de culto religioso. Esto se debe a que somos muy formales. En las reuniones de grupo, debemos tener comunión, cantar, orar, hacer preguntas y responder con libertad y sin formalismos. Cuando cantamos un himno, no es necesario que lo cantemos en orden empezando con la primera estrofa y terminando con la última. Podemos empezar con la última estrofa o con cualquier otra, dependiendo de la dirección del Espíritu. No debemos cantar los himnos sin vida sino de una manera viviente y ejercitada con la liberación de nuestro espíritu.
Nosotros necesitamos grupos vitales, no grupos formales, religiosos y muertos. Necesitamos orar así: “Señor, haznos personas llenas de vitalidad al cantar y al hablar, llenos vitalidad en todo”. Los Salmos nos dicen que tenemos que dar un grito de júbilo al Señor aclamando gozosamente (71:23; 100:1). Nuestro formalismo nos limita en las reuniones de la iglesia. Debemos estar “locos” en el Espíritu, pero nuestra locura debe ser espontánea y normal, no una demostración ni una mera actuación. En nuestros grupos vitales, debemos ser avivados y estar ejercitados en nuestro canto y oración.
(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 17, por Witness Lee)