Conocer la vida y la iglesia, por Witness Lee

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DIOS ES EXPRESADO CUANDO LA VIDA SE MANIFIESTA EN NUESTRO VIVIR

Cuando la vida se manifiesta en nuestro vivir, Dios surge desde nuestro ser y se expresa en nosotros. En ocasiones cuando contactamos a uno de los santos, percibimos su orgullo, mientras que con otro percibimos su humildad. Éstas son dos diferentes clases de personas. Sin embargo, al tener contacto con otro santo, no podemos decir si él es orgulloso o humilde; en vez de ello, sentimos que estamos tocando a Dios, y es como si estuviésemos delante de Dios. No percibimos ni orgullo ni humildad; lo único que percibimos es Dios y Su presencia. Esto es la vida.

La vida es Dios mismo; la vida es Dios a quien vivimos y expresamos. Cuando Dios es expresado, la vida es manifestada. Muchas veces la humildad del hombre está impregnada del sabor humano, no del sabor divino. Por el contrario, a veces conocemos a gente que nos habla de manera franca y directa. Esta palabra franca y directa podría hacernos sentir tristes y heridos, pero en lo profundo de nuestro ser sentimos que hemos tocado a Dios y experimentado Su presencia. Esto es vida. La vida es Dios mismo. Cuando la vida se manifiesta en nuestro vivir, Dios es manifestado.

Esto no es nuestra teología ni el resultado de nuestra investigación; ésta es la revelación de la Biblia. El Antiguo Testamento nos dice que la vida está en Dios (Sal. 36:9). El Nuevo Testamento habla claramente de que la Palabra se hizo el Cristo encarnado. Él es vida, y Él viene para que el hombre tenga vida y para que la tenga en abundancia (Jn. 10:10). Dios desea que el hombre obtenga a Dios mismo.

(Conocer la vida y la iglesia, capítulo 2, por Witness Lee)