LA IGLESIA PROCEDE DE CRISTO,
ES PARA CRISTO Y ES UNO CON CRISTO
La iglesia proviene de Cristo; procede de Cristo. Cuando Pedro vio que Cristo es el Hijo de Dios, el Señor Jesús de inmediato habló de la edificación de la iglesia (Mt. 16:15-18). Esto significa que tan pronto conocemos a Cristo, la iglesia es producida. Una vez conocemos al Cristo viviente y tenemos Su vida, la iglesia es producida en nosotros, y el elemento de la iglesia está en nosotros. Esto es posible porque la iglesia es Cristo. Cuando creemos en Cristo, Su vida entra en nuestro ser, e interiormente tenemos a Cristo. Cuando tenemos a Cristo, tenemos la iglesia.
Dios, al crear al hombre, formó a Adán del barro. En el principio Dios no creó a dos personas; creó una sola persona. Dios no creó a dos personas, un varón y una mujer, y luego los juntó. Dios creó un solo hombre. Este hombre era perfecto y no tenía escasez. A este hombre que Dios había creado se le llamó Adán. Dios abrió el costado de Adán y tomó una de sus costillas, y de ella edificó una mujer, Eva. Dios trajo Eva a Adán, y los dos llegaron a ser una unidad (Gn. 2:21-24). En la Biblia éste es un tipo de Cristo y la iglesia.
Dios tomó barro de la tierra y le dio forma de hombre, y a este hombre lo llamó Adán, quien era una persona completa. No obstante, este hombre era sólo Adán, un varón; no había hembra. Cuando Dios hizo la mujer, no la creó aparte de Adán; en vez de ello, Dios tomó una costilla de Adán, y esta costilla vino a ser Eva. Luego Dios trajo Eva a Adán, y los dos llegaron a ser uno solo.
Cuando Dios se hizo carne, Él se hizo un hombre. Adán tipifica a Jesús el nazareno (Ro. 5:14). Cuando el Señor Jesús fue a la cruz, Su costado fue abierto, y de ahí fluyó sangre y agua (Jn. 19:34). Su sangre redentora y Su vida eterna fluyeron de Él y entraron en nuestro ser y en millones de otros, haciéndonos la iglesia. La iglesia procede de Cristo y llega a ser una con Cristo. La vida de Dios que estaba en Jesús el nazareno, pasó por la muerte y la resurrección y entró en nuestro ser. A todos los que somos salvos se nos llama la iglesia.
La vida de Dios entró en Jesús, y fue llamado Cristo; La vida de Dios también entró en todos los que somos salvos, y somos llamados la iglesia. El contenido de la iglesia y el contenido de Cristo son iguales; no hay diferencia alguna. La vida que está en Jesús el nazareno es también la vida que está en la iglesia; estas dos son realmente una sola vida. La iglesia emana de Cristo, es producida por Cristo y es para Cristo. La iglesia y Cristo son una unidad. Por lo tanto, la iglesia procede de Cristo, es para Cristo y está en Cristo. La iglesia y Cristo son una unidad.
(Conocer la vida y la iglesia, capítulo 8, por Witness Lee)