LA VIDA, LA PALABRA Y LA LUZ
Pregunta: ¿Cómo podemos tocar la vida? ¿Necesitamos una comprensión más exhaustiva sobre algunos puntos?
Respuesta: La obra de Dios, ya sea en la creación o en la redención, es hecha por Su palabra. Hebreos 11:3 dice: “Haber sido constituido el universo por la palabra de Dios”. Dios creó los cielos por Su palabra; también por Su palabra fue efectuada la obra de redención. Es por esto que tenemos la Biblia así como muchos mensajes y publicaciones espirituales. Todos éstos tienen como fin la liberación de la palabra de Dios. Según la palabra del Señor en Mateo 13:18-23, la palabra de Dios es una semilla, y en esta semilla está la vida.
Sabemos por experiencia que cuando la palabra de Dios entra en nuestro ser, su primer efecto consiste en alumbrarnos. Siempre que tenemos la palabra del Señor en nuestro ser, somos alumbrados. Cuando recibimos esta luz, ella se convierte en vida. La vida es el Espíritu Santo, Cristo y Dios. Por lo tanto, podemos recibir la palabra de Dios al leer la Biblia, escuchar mensajes, leer publicaciones espirituales, tener comunión y por los testimonios de los apóstoles. A veces el contenido de la Biblia, los mensajes, las publicaciones espirituales, la comunión y los testimonies de los apóstoles penetran en nuestra mente y memoria. En cierto momento el Espíritu Santo imparte en nuestro espíritu las mismas palabras que han entrado en nuestra mente y memoria. Luego, las palabras nos impartirán la luz, y cuando la recibimos, esta luz llegará a ser la vida, la cual es el Espíritu, Cristo y Dios. La vida es transmitida a nosotros por la palabra. Una vez que la palabra entra en nuestro ser, ésta llega a ser luz, y una vez que recibimos esta luz, recibimos vida.
Pregunta: Si no tenemos luz, ¿eso significa que no podemos recibir la palabra de Dios?
Respuesta: La palabra es lo primero, y luego está la luz. Bien sea en la creación o en la redención, el primer paso de la obra de Dios tiene que ver con Su palabra. Él habló, y todo fue hecho. Así pues, Juan 1:3 dice que todas las cosas que están en los cielos vinieron a existir por medio de Él como la Palabra. Además, el universo fue constituido por la palabra de Dios (He. 11:3). La palabra de Dios es grandiosa.
Pregunta: No tenemos ningún sentir con respecto a los asuntos relacionados con la oración. ¿Qué deberíamos hacer?
Respuesta: La pregunta que hizo minimiza el contenido de lo que estamos hablando. Nuestro servicio delante de Dios tiene que proceder de Dios, y no de nosotros. Así pues, en cuanto a los asuntos relacionados con la oración, cuando usted tiene la inspiración, ora, y cuando no la tiene, no ora.
(Conocer la vida y la iglesia, capítulo 17, por Witness Lee)