LA NORMA PARA EXAMINAR
LOS REQUERIMIENTOS DE LA VIDA
Examinar el requerimiento de la vida
en cuanto a la comunión
Ahora tenemos que ver algo respecto a la norma para examinar los requerimientos propios de la vida. Ya hablamos del hecho de que la vida nos exige tener comunión. Sin embargo, cuando vamos a un grupo cristiano, con frecuencia, la gente con que nos encontramos no concuerda con nosotros, pese a que estamos abiertos y deseosos de tener comunión. No tenemos comunión con ellos, e incluso nos es imposible tener comunión con ellos. En tales momentos deberíamos examinar el motivo de esto. Deberíamos examinar esto desde dos ángulos. Primero, deberíamos verificar si hay algún problema con nosotros que nos impida tener comunión con otros. Si no tenemos problemas, tales como amar el mundo, vivir en pecado u ocuparnos de la carne, entonces el problema no es de nuestra parte. Aunque en este grupo la gente puede decir que ellos son cristianos, necesitamos constatar si ellos permiten que el Señor gobierne en ellos y si ellos viven en el Señor. Éste es un asunto muy práctico.
En la primavera de 1937, un grupo cristiano me invitó a que diera una palabra. Después que di el mensaje, me invitaron a tener comunión con ellos. En aquel tiempo me sentí como si estaba en el Océano Ártico, porque ellos no me entendían y yo no los entendía a ellos; éramos totalmente incompatibles unos con otros. No obstante, ellos me festejaron un banquete, y algunos incluso dijeron: “Señor Lee, el mensaje que nos dio de verdad nos ayudó. Realmente le apreciamos”. Sin embargo, en lo profundo de mi ser yo estaba sufriendo porque realmente no podíamos compenetrarnos ni tener comunión entre nosotros. Si bien ellos se llamaban cristianos y eran un grupo cristiano, comprendí que ellos no vivían en el Señor ni le seguían lo suficiente, pese a que algunos tenían la vida del Señor. Regresé al norte de China después de la reunión, y más tarde oí que un anciano y algunos de los diáconos y predicadores de ese grupo no habían entendido mis palabras. Entonces entendí por qué no había nada de la cual podíamos tener comunión ni habíamos podido disfrutar de comunión unos con otros, aun cuando ellos habían elogiado mi mensaje.
La vida en nosotros requiere efectivamente que otros vivan en el espíritu para que pueda haber comunión. Por lo tanto, nunca deberíamos asumir que basta con que algunos digan que ellos son cristianos o que son un grupo cristiano. Esto no basta para que les creamos y concluyamos que ellos son una iglesia según la Biblia. Tenemos que aplicar los requerimientos de nuestra vida interior, uno de los cuales es el requisito de la comunión. Con base en esta exigencia, tenemos que comprobar cuál es la verdadera condición del grupo. ¿Cuál es su condición delante del Señor? Si vivimos delante del Señor, si amamos al Señor y rechazamos al mundo y el pecado, pero nos sentimos incómodos y no podemos tener comunión con ellos, esto muestra que ellos han perdido a Cristo y el terreno de la iglesia, y que el Espíritu Santo no está rigiendo en ellos. Ellos pueden tener la Biblia en sus manos, pero la palabra de la Biblia no tiene mucha cabida entre ellos o en ellos. El requisito de la comunión nos permite probar si un grupo cristiano está tomando el camino que le agrada al Señor.
(
Conocer la vida y la iglesia, capítulo 13, por Witness Lee)