EN CUANTO A LA CONVERSACIÓN
DEL EVANGELIO
La parte más importante de la reunión viene después que los amigos del evangelio han respondido y se ha acabado el tiempo de cantar. Esta parte está relacionada con nuestra conversación del evangelio. Hay unos cuantos puntos que requieren nuestra atención. En primer lugar, el tema de nuestra conversación debe centrarse en el mensaje de la reunión del evangelio. En segundo lugar, debemos ser sensibles al sentir del amigo del evangelio. Por ejemplo, si el amigo del evangelio desea hablar acerca de Dios, no debemos traer a colación el asunto del pecado. Una vez observé a un amigo del evangelio que quería saber acerca de Dios, pero los santos insistían en hablarle de Belén. Esto era inapropiado para la necesidad de esa persona. El tema de una conversación del evangelio debe satisfacer la necesidad del amigo del evangelio, y no nuestro interés particular. Si él dice que Dios no existe, no debemos discutir con él, sino ayudarlo a ver la verdad. Asimismo, no debemos quedarnos callados si él blasfema a Dios.
En general, debemos evitar discutir con los amigos del evangelio. Las discusiones son inútiles y no pueden resolver ningún problema. No debemos responder a temas que despierten debates. No hay ninguna solución a estos asuntos. En vez de ello, debemos concentrarnos en las cosas positivas y entablar una conversación con nuestros amigos sobre los temas positivos. Debemos prestar atención a esto.
(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 13, por Witness Lee)