Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, por Witness Lee

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PERFECCIONAR EQUIVALE A LA EDIFICACIÓN CORPORATIVA Y NO SIMPLEMENTE A LA EDIFICACIÓN INDIVIDUAL

Edificar en el nivel individual significa mejorar algo, es decir, afinar. Dicha edificación también implica hacer algo útil. Sin embargo, la edificación corporativa no significa únicamente mejorar algo o hacerlo útil, sino edificar algo como parte de la casa. Supongamos que tenemos un trozo de madera. Debemos trabajar la madera no sólo para quitarle las asperezas, sino también para usarla de modo que sirva de viga o columna en la casa. Ésta debe ser edificada como parte de la casa. Éste es el significado de perfeccionar según se menciona en Efesios 4:12.

Nosotros dejamos de usar la expresión la reunión de edificación individual y empezamos a hablar de la reunión de edificación corporativa, porque no simplemente estamos edificando a los santos en su fe. Una persona que hace esculturas de madera o de piedra está realizando una obra de esta índole. Después que talla la madera o la piedra, la pieza es exhibida para que la gente la admire. Esta clase de obra es incompleta. La mayor parte de la obra que se realiza en el cristianismo en cuanto a predicar el evangelio, realizar campañas de avivamiento y conducir estudios bíblicos simplemente edifica a los creyentes en su fe para que su condición mejore. Esta obra no contiene mucho perfeccionamiento ni produce la edificación corporativa. Como resultado, muchos cristianos son edificados espiritualmente y son embellecidos, pero no son edificados unos con otros.

Podemos cortar una piedra preciosa y hacerla hermosa para que la gente la aprecie, pero eso no significa que la piedra haya sido edificada como parte del edificio. Algunos creyentes son aptos para ser admirados por la iglesia o por el cristianismo, pero no son capaces de coordinar con otros para llegar a ser la morada de Dios en el espíritu. No pueden ser edificados con otros. Son cristianos que son buenos y hermosos individualmente, pero no pueden ser edificados con otros creyentes para ejercer su función y servir en coordinación.

Hay una gran diferencia entre la edificación individual y la edificación corporativa. En las reuniones de distritos, no queremos tener hermanos y hermanas que meramente sean espirituales. En vez de ello, queremos que en todas las reuniones haya hermanos y hermanas que estén siendo perfeccionados para ejercer su función y ser edificados unos con otros. Al respecto aún tenemos mucho que aprender.

No debemos entender esto en el sentido organizativo y pensar que necesitamos aprender a planear y organizar las reuniones de distritos. Es inútil organizar las reuniones de distritos, porque la edificación no consiste en organizar las cosas. La obra de la que estamos hablando debe hacerse en cada localidad y en cada reunión. Hemos aprendido algo de parte del Señor, y sabemos cómo laborar; pero mientras laboramos, debemos perfeccionar a otros para que sean edificados como parte de la casa. Entonces cada santo podrá llevar la responsabilidad y manifestar su función, y también podrá coordinar con los demás santos. Es de esta manera que la iglesia podrá desarrollarse y crecer, y al mismo tiempo satisfacer la necesidad del Señor en sus múltiples aspectos a nivel local.

Si se necesita predicar el evangelio, una iglesia local que es edificada puede predicar el evangelio. La iglesia asimismo podrá apoyar, pastorear y cuidar de los nuevos creyentes. Habrá una expresión genuina del Cuerpo en esa localidad, de tal manera que los santos que desean aprender a servir estarán en la coordinación. Esta iglesia es la casa de Dios, a la cual el pueblo de Dios pertenece y en la cual encuentran su hogar. Éstas son las funciones más evidentes de una iglesia que ha sido edificada. También hay otras funciones más profundas. Todas las funciones resultan de un grupo de hermanos y hermanas que han sido perfeccionados y edificados en una localidad. Por consiguiente, no debemos desestimar el perfeccionamiento y la edificación.

(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 4, por Witness Lee)