Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, por Witness Lee

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NUESTRA PRÁCTICA

La mejor práctica es que dos obreros viajen juntos. El principio bíblico es salir de dos en dos y laborar en coordinación (Mr. 6:7; Lc. 10:1). Los obreros pueden realizar conferencias relacionadas con la obra de edificación, ayudando a los santos en el asunto de la vida o en la lectura de la Palabra de Dios. Lo mejor es que vayan a diferentes lugares de dos en dos y laboren en coordinación. Entonces las iglesias en Taiwán tendrán la oportunidad de recibir el suministro de muchas personas dotadas. Más aún, algunos de los hermanos locales tendrán la oportunidad de levantarse y aprender a llevar la responsabilidad. Esto a su vez proveerá a los obreros más oportunidades de viajar.

Los obreros que viajan deben primero ir a los lugares que están cerca de la localidad donde se reúnen. Esto dará a los santos de su localidad la oportunidad de llevar más responsabilidad en la iglesia. Una vez que los santos locales sean capaces de llevar más responsabilidad, los obreros podrán ir a lugares más lejanos. Con el tiempo, los obreros así como los hermanos locales recibirán un entrenamiento práctico. Ésta es nuestra necesidad actual.

Algunos santos tal vez sientan que deben permanecer en un mismo lugar por muchos años; otros santos quizás estén de acuerdo con este cambio en nuestra práctica. En la Biblia encontramos muchos modelos. El apóstol Pablo permaneció en un lugar por tres años (Hch. 20:31), en otro lugar por un año y seis meses (18:11) y en diferentes lugares por períodos mucho más cortos (13:42, 44-52; 14:1-21; 17:2). Él era flexible, porque su labor se basaba en la necesidad. Por consiguiente, no debemos ser tan rígidos en nuestra labor como lo fuimos en el pasado, cuando nos quedábamos en un lugar por mucho tiempo y ocasionalmente visitábamos otros lugares. Es tiempo de viajar a otros lugares.

Las localidades que son nuevas tal vez aún no estén listas para este cambio, pero los santos locales de las localidades más establecidas deben tener la oportunidad de levantarse y servir. Aunque los obreros puedan orientar a los santos, su principal responsabilidad es la de impartir un suministro a las iglesias. Un obrero debe ser capaz de impartir un suministro incluso a la iglesia donde labora otro obrero. Por ejemplo, el obrero de la localidad A puede impartir un suministro a la localidad B, y el obrero de la localidad B puede impartir un suministro a la localidad A. De este modo, habrá un suministro mutuo, y la capacidad de vida y servicio en las iglesias locales se ensanchará.

Un obrero que viaja para impartir un suministro a las iglesias no debe abandonar su propia localidad. Así como Pablo regresaba a Antioquía, la localidad que lo había enviado, los obreros deben regresar a la localidad que los envió. Pablo fue enviado a laborar, pero regresó a Antioquía para tener comunión con los santos e impartirles un suministro. Él no abandonó a Antioquía. Pablo continuó cuidando de la iglesia en Antioquía mientras cuidaba de las iglesias que fueron levantadas entre los gentiles (14:26-28; 15:30, 35; 18:22-23). Los hermanos deben tener un entendimiento apropiado de este asunto, pero no es necesario establecer reglas respecto a cómo los obreros deben viajar. Los hermanos deben estar siempre listos para recibir la dirección del Señor de ir a visitar a las iglesias y brindarles una ayuda práctica. El tiempo que los obreros deban estar en un lugar depende de la dirección que el Señor les dé.

(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 11, por Witness Lee)