Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, por Witness Lee

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LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD ES MANTENIDA POR UNA VISIÓN

Hudson Taylor tenía una visión. Un día mientras caminaba por la orilla del mar en Inglaterra, miró por encima del Océano Atlántico y vio una gran nación imperial a orillas del Océano Pacífico. Esta nación tenía miles de almas que necesitaban ser salvas. Fue entonces que recibió una carga. Él se olvidó de su propia espiritualidad y recibió del Señor esta única carga. Si le preguntáramos acerca de su espiritualidad, probablemente habría dicho que no sabía qué es ser espiritual; lo único que sabía era que sentía una pesada carga. Él quería predicar el evangelio a las miles de almas que estaban pereciendo diariamente. No le importaba si era un evangelista o si sabía predicar el evangelio. Él recibió una visión, una carga, que excedía su aprendizaje espiritual, y él la siguió.

Toda persona que desea ser útil al Señor debe aprender a no confiar en lo que ha aprendido, sino a ir más allá de ello. Nuestra espiritualidad es algo pequeño. Mientras recibamos una visión de parte del Señor, la visión nos guardará y nos hará espirituales. Ésta es la espiritualidad verdadera. La visión nos guardará viviendo en la presencia de Dios. La visión no nos dejará apartarnos, sino que nos guardará. En contraste, si procuramos la espiritualidad, pero no tenemos una carga de parte de Dios, cuanto más la procuremos, menos espirituales seremos.

Cuando el libro Fragrant Myrrh fue publicado por primera vez, hubo un grupo de hermanos y hermanas en el norte de China que imitaba a Madame de Guyón. Incluso una hermana en Taiwán fue bastante exitosa en imitarla. Fragrant Myrrh y A Short and Easy Method of Prayer tienen un sabor particular. Esta hermana fue tan exitosa en imitar a Madame de Guyón que tenía una manera particular de caminar y de hablar. Cada vez que los santos la veían, decían: “Ahí viene la ‘Mirra fragante’; ahí viene Madame de Guyón”. Debemos tener claro que esta clase de espiritualidad imitada no tiene valor alguno. Perdónenme por decirles que los creyentes que participan en esta clase de espiritualidad tienen un final trágico. La señora Penn-Lewis, por ejemplo, tuvo un final miserable, porque prestó demasiada atención a ser espiritual. Esto la condujo a una guerra espiritual en sus últimos años, y finalmente se centró en los demonios.

Sin una comisión de parte de Dios, no podemos ser protegidos. Sin una visión de parte de Dios, no podemos ser salvos. Tampoco podemos perseguir la espiritualidad sin haber recibido de Dios una comisión y una visión. Después de seguir al Señor por más de treinta años, únicamente puedo decirles que no sé lo que es ser espiritual. Todo creyente que recibe una carga tiene un final glorioso. Quizás D. L. Moody no entendió claramente el camino de la iglesia, pero fue alguien que recibió una carga. Su carga era predicar el evangelio. Hudson Taylor no era un predicador del evangelio, pero recibió una carga, y su fin fue glorioso. Sin embargo, los santos que prestaron atención a su propia espiritualidad y desearon mejorar su espiritualidad no tuvieron un buen final. El Señor no aprueba que nos centremos en la espiritualidad.

(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 9, por Witness Lee)