LA NECESIDAD URGENTE HOY
El ministerio de la palabra se refiere a los mensajes que damos. En el pasado prestamos mucha atención al ejercicio de los hermanos cuando ministran la palabra. Durante más de tres años —casi cuatro— yo he observado y prestado especial atención al ministerio de la palabra en las diferentes localidades. Muchos hermanos todavía necesitan ejercitarse cuando ministran la palabra. Es difícil hablar claramente en cuanto a esto en pocas palabras. Al parecer no hay problemas con los mensajes que se dan desde el podio. Sin embargo, si estudiamos nuestra situación más cuidadosamente, veremos que hay un gran problema. Debido a las carencias que existen entre nosotros, yo espero que podamos reunir a todos los servidores en el otoño y dediquemos algún tiempo para centrar nuestra atención en la administración y edificación de la iglesia y en el ministerio de la palabra. Esta escasez es especialmente evidente en la iglesia en Taipéi. Por consiguiente, es necesario que tratemos estos dos asuntos.
La administración de la iglesia y el ministerio de la palabra están relacionados entre sí. El ministerio de la palabra está relacionado con la administración de la iglesia. Es difícil edificar una iglesia si desempeñamos la función de administrarla, pero no tenemos un suministro adecuado de la palabra. Los problemas más graves en las iglesias más grandes, especialmente en las iglesias del Sudeste Asiático y Hong Kong, se deben a una debilidad en la administración, la edificación, de la iglesia, y en el ministerio, el suministro, de la palabra. Es difícil decir cuál es más importante, pues ambos son igualmente importantes.
El ministerio de la palabra
produce los materiales de edificación
El ministerio de la palabra produce los materiales de edificación. Si queremos edificar una casa, debemos tener materiales; sin los materiales no podemos edificarla. Los materiales con los que se edifica la iglesia son producidos mediante el suministro procedente del ministerio de la palabra. No debemos pensar que si tenemos de tres a cinco mil santos, tenemos materiales para la edificación de la iglesia. Sin el ministerio apropiado de la palabra, cada santo se convertirá en un problema; cuantos más santos haya, más problemas habrá. Un aumento en el número de santos no significa que haya más materiales. La cantidad de materiales no depende del número de personas, sino del suministro procedente de la palabra. Un rico suministro es necesario para que los santos lleguen a ser materiales útiles. Por consiguiente, los materiales para la edificación de la iglesia provienen del suministro presente en el ministerio de la palabra. Cuando el suministro es abundante y rico, habrá materiales para la edificación de la iglesia. Pero sin el suministro procedente del ministerio de la palabra, aunque haya una multitud de hermanos y hermanas, sentiremos la falta de materiales para la edificación de la iglesia. Tenemos muchos hermanos y hermanas, pero nos hacen falta los materiales de edificación debido a las carencias que existen en el ministerio de la palabra. El suministro de la palabra es la fuente que produce los materiales aptos para la edificación de la iglesia.
La iglesia en Taipéi es una iglesia local grande porque tiene muchos santos. Por esta razón, todos los servidores en Taipéi desean saber cómo edificar a los santos. Sin embargo, debido a que hay un suministro débil de la palabra, hay muchos santos, pero no hay materiales. En otras palabras, muchos hermanos y hermanas no pueden llegar a ser los materiales de edificación ni ser edificados conjuntamente, porque hay una escasez de suministro. A fin de obtener los materiales de edificación para la iglesia, es necesario que haya un rico suministro en el ministerio de la palabra. Cuando hay un rico suministro en el ministerio de la palabra, los santos no simplemente serán hermanos y hermanas, sino que también llegarán a ser los materiales aptos para la edificación de la iglesia.
La administración de la iglesia
denota la habilidad necesaria para edificar
La administración de la iglesia puede ser considerada como la habilidad necesaria para edificar. Tener materiales no necesariamente significa que una casa pueda ser edificada. Además de ello necesitamos tener habilidad o destreza. No debe haber escasez en los materiales ni en la habilidad. Si no tenemos la suficiente habilidad o destreza, no podremos edificar aun cuando los materiales hayan sido preparados. Por ejemplo, si no somos diestros en la carpintería, albañilería o en la obra de hierro, no podremos edificar nada con materiales tales como madera, piedras, ladrillos, cemento, barras reforzadas, vidrio y varas de hierro. Por lo tanto, debemos ver que, por un lado, la necesidad urgente hoy es el suministro procedente del ministerio de la palabra y, por otro, la administración de la iglesia. Una tiene que ver con los materiales, y la otra, con la habilidad.
La administración de la iglesia incluye el gobierno y el debido manejo. Gobernar requiere que las personas o las cosas sean puestas bajo autoridad. Manejar significa que las personas y las cosas no simplemente son puestas bajo autoridad, sino que además son dirigidas de forma ordenada, de modo que su función se haga manifiesta.
(
Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 5, por Witness Lee)