LOS COLABORADORES SIEMPRE DEBEN
PERFECCIONAR A LOS SANTOS
Dondequiera que estén los obreros, ellos deben perfeccionar a los santos. Si los obreros reemplazan a los santos, en vez de perfeccionarlos, la iglesia no será edificada. Perfeccionar a los santos equivale a edificar la iglesia. Si queremos perfeccionar a los santos, no debemos hacer la obra solos; en vez de ello, debemos laborar con los santos para enseñarles que hagan lo mismo que nosotros hacemos. Nuestra meta debe ser perfeccionar a los santos hasta que ellos puedan reemplazarnos. Al comienzo nosotros hacemos la obra, pero al cabo de algún tiempo los santos podrán laborar con nosotros y ser aún mejores que nosotros. A medida que perfeccionamos a los santos, nosotros les transmitimos la responsabilidad. Al comienzo nosotros somos responsables por la obra; pero después de cierto tiempo los santos son los que tienen la responsabilidad. Una vez que los santos llevan la responsabilidad por la obra, nosotros podremos marcharnos. Esto suena sencillo, pero el principio es muy crucial. El resultado de este tipo de obra es la edificación de la iglesia.
(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 4, por Witness Lee)