Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, por Witness Lee

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LA SITUACIÓN EN INGLATERRA Y DINAMARCA

Después del tiempo que pasamos en los Estados Unidos, fuimos a Inglaterra. No voy a mencionarles todos los detalles, pero sí les contaré un incidente. El día antes de salir de Inglaterra, tuvimos nuestro último tiempo de comunión con los santos en Honor Oak. Durante esta reunión todos podían hacer preguntas y yo las respondía. Las primeras dos preguntas fueron generales, pero la tercera tenía que ver con las iglesias locales. En respuesta hablé acerca del establecimiento de las iglesias locales y de su terreno. Entonces un hermano me preguntó si era necesario pagar un precio para establecer una iglesia local. Le dije que sí es necesario pagar un precio y luchar.

Yo estaba en pie delante de varios cientos de creyentes, y dije que los hijos de Dios desean levantarse para servir a Dios y seguir el camino del Señor, pero —les pregunté— ¿dónde hay un lugar en el Occidente que practique este modelo que es según el corazón de Dios? El hermano T. Austin-Sparks y todos los ancianos estaban sentados a mi lado.

Continué diciendo que todo el Occidente está cubierto de neblina y no tiene una salida. Si un hijo de Dios quiere levantarse para seguir el camino del Señor, ¿quién puede mostrarle el camino correcto? Les pregunté a los hermanos y hermanas si ellos veían este asunto, y añadí que debemos pagar un precio y levantarnos para ser los pioneros que luchan para abrir el camino.

Entonces les di un ejemplo, usando un viaje que hice a Escocia con el hermano Sparks, en el que él condujo. Tardamos sólo unas cuantas horas manejar quinientas millas, porque alguien había abierto el camino y lo pavimentó con asfalto. Esta autopista nos permitió llegar fácilmente a nuestro destino. ¿Dónde hay una autopista en el Occidente? Los hijos de Dios se levantan y desean seguir este camino, pero no hay ningún camino; únicamente hay neblina. ¿Dónde está esta autopista? ¿Hay alguna reunión en el Occidente que pueda servir de norma, modelo o patrón? ¿Dónde está la autopista por la cual los hijos de Dios puedan andar? Ante esta situación tenemos que pagar un precio, y también luchar y abrir un camino para los hijos de Dios.

Les estoy dando los detalles de esta comunión para que podamos conocer la situación que impera en el Occidente. El tiempo que pasé en Honor Oak puede ser comparado a un doctor que atiende en horas de oficina. Todo el que se me acercaba me preguntaba qué debía hacer y adónde debía ir después de Honor Oak. Sus preguntas fortalecieron mi impresión de que en el Occidente los creyentes no tienen un hogar. Tanto Dios como el hombre están sin un hogar. Si los creyentes tuvieran un hogar, no preguntarían qué deben hacer ni adónde deben ir.

Después de Inglaterra fuimos a Dinamarca. De todos los lugares que visitamos, Dinamarca tenía la situación más positiva. Muchos creyentes en Dinamarca también hicieron preguntas, pero sus preguntas eran positivas. Sus preguntas no tenían un contexto negativo. Puesto que los creyentes tenían una actitud positiva, la situación en Dinamarca fue bastante sencilla. En tanto que mis sugerencias fueran buenas y apropiadas, ellos las aceptaban. Lo que dije fue breve y sencillo, y ellos lo pusieron todo en práctica. No esperábamos que ellos se reunieran en sus hogares; pero en una carta que recibí de ellos recientemente, decían que ahora están reuniéndose en más de veinte hogares.

Mi impresión general es que en cada lugar la necesidad es edificar la casa de Dios para que los creyentes que están errantes puedan tener un hogar. Si tengo otra oportunidad de hablar con los hijos de Dios, les diré que la necesidad más grande en la tierra hoy es la de edificar la casa de Dios.

Hay una gran necesidad del evangelio, pero si estudiamos la situación, veremos que el evangelio no es la principal necesidad. La principal necesidad hoy es un hogar para los creyentes. En otras palabras, el evangelio engendra hijos, y un hogar es donde los hijos pueden crecer. La necesidad hoy no es dar a luz hijos, sino criarlos. Ya que hay tantos hijos sin un hogar, ¿qué razón hay para centrar la atención en dar a luz más hijos? Incluso los que dieron a luz hijos tampoco tienen un hogar. La situación lamentable de hoy es que es difícil encontrar un hogar en la tierra hoy.

Esta descripción no es una exageración. El Señor, a quien servimos y quien mora en nosotros, confirmará esta palabra. Si ustedes me preguntan qué es lo que más se necesita en Japón, les diré que necesitan la casa de Dios. Si me preguntan qué es lo que más se necesita en los Estados Unidos, les diré aún más enfáticamente que la necesidad es la de establecer la casa de Dios en cada lugar. Si me preguntan qué es lo que más se necesita en Inglaterra, sin titubear les diré que Inglaterra necesita la casa de Dios. En todos los lugares se necesita la casa de Dios.

Al final de la conferencia en Dinamarca, cuando todos partían, una hermana de Suecia se me acercó con lágrimas en los ojos y me dijo que ella nunca olvidará la ayuda que recibió de la conferencia. También dijo que le pedía al Señor misericordia para poder vivir conforme a lo que había sido presentado. La mayoría de los santos me preguntaron qué debían hacer cuando regresaran y dónde debían reunirse, pero esta hermana dijo que ella nunca se olvidaría de la ayuda que recibió y que deseaba vivir en la vida de Dios para que la casa de Dios pudiese ser edificada.

La situación no es que hay muchos pastores sin ovejas, sino que hay muchas ovejas sin pastores; hay muchos creyentes que no tienen un hogar. Por consiguiente, el sentir al final de la conferencia es que los santos no querían irse. Ellos querían saber adónde debían ir después de la conferencia. Por consiguiente, lo que más se necesita en todo lugar es la satisfacción de tener un hogar.

(Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, El, capítulo 8, por Witness Lee)