Predicar el evangelio en el principio de la vida, por Witness Lee

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PRODUCIR UNA COSECHA AL PREDICAR EL EVANGELIO EN VIRTUD DE LA VIDA DIVINA

Los nuevos hermanos que vengan traerán más personas nuevas. La situación de los miembros que llevan más tiempo es que ya están demasiado establecidos. Consideren los árboles frutales. No son las ramas viejas las que llevan fruto sino las nuevas. Es por eso que los agricultores cortan las ramas más viejas, a fin de que salgan ramas nuevas. Con las ramas nuevas hay más posibilidades de obtener fruto. Si los nuevos creyentes traen más personas nuevas, la obra de predicar el evangelio siempre seguirá extendiéndose. Entonces tendremos una granja y un huerto, algo que hemos cultivado y que continuamente dará fruto. Es así, mediante la predicación del evangelio por parte de toda la iglesia, que las personas serán añadidas. Entonces después de que sean añadidas, ellas harán lo mismo que nosotros hicimos y de la misma manera. Me siento muy contento por el pequeño comienzo que ya tuvimos. No podría predecir hasta dónde llegaremos, pero un grano vivo de trigo que cae en la tierra se reproduce a treinta, a sesenta y a ciento por uno. Así que, después la segunda cosecha será más grande y la tercera será aún mayor.

Por un lado, es posible que los hermanos y hermanas encargados le pidan que coordine con otros, pero por otro, no hay necesidad de esperar. No diga que usted no ha sido asignado todavía; olvídese de eso. Si usted tiene algunos familiares, puede inmediatamente pedirle a otro hermano que labore con usted para ganarlos. No sea legalista en nada. Sólo una cosa debemos tomar de manera legalista, y ésa es salvar a las personas. Mientras vivamos aquí por causa del Señor para subyugar al enemigo y saquear sus bienes para el Señor, estaremos haciendo lo correcto, y recibiremos la bendición.

El asunto primordial no es predicar, sino edificar. Con respecto a la predicación del evangelio lo más crucial es la edificación del Cuerpo; y en segundo lugar, la predicación misma. Es de esta manera que seremos edificados como un edificio y que seremos formados en el Espíritu como un ejército para pelear la batalla. El Señor nos ha dado un comienzo pequeño pero viviente. Veremos una cosecha tras otra; veremos muchas veces cómo se producirá el fruto. Éste es un asunto de vida; no es simplemente una actividad ni un movimiento. Más bien, es algo viviente.

(Predicar el evangelio en el principio de la vida, capítulo 8, por Witness Lee)