Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, por Witness Lee

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CELEBRAR LA FIESTA AL COMER A CRISTO

Luego, Pablo dice que Cristo es nuestra Pascua (5:7). La pascua tenía dos aspectos: el aspecto de la sangre para la redención y el aspecto de la carne para la alimentación (Éx. 12:3-10). Durante la pascua el pueblo de Israel primero rociaba la sangre sobre el dintel de sus casas. Después que rociaban el dintel de sus puertas con la sangre, ellos no ayunaban ni oraban; más bien, empezaban a comer. El rociamiento era necesario para que ellos comieran, y el objeto de que comieran era para que salieran de Egipto (vs. 11, 31). ¿Cómo podían los israelitas dejar Egipto? Lo hicieron no sólo mediante el rociamiento de la sangre, sino al comer el cordero. Al comerlo tenían las fuerzas para dejar Egipto. En el pasado yo escuché muchos mensajes en el cristianismo acerca del rociamiento de la sangre, pero no oí un solo mensaje acerca de comer del cordero. Pablo dijo que Cristo es nuestra Pascua, no sólo para redimirnos, sino también para alimentarnos. Él derramó Su sangre para redención; ahora Él se ofrece a Sí mismo como alimento. Todos debemos alimentarnos de Jesús. Debemos comer del Cordero con panes sin levadura.

Pablo dice: “Así que celebremos la fiesta” (1 Co. 5:8). Después de la pascua entramos en una fiesta. Día tras día disfrutamos de los panes sin levadura. Los que estudian la Biblia coinciden que en tipología el pan sin levadura es Cristo. Por consiguiente, disfrutamos de un banquete al comer a Cristo como el pan sin levadura. Éste es el espíritu del escritor de este libro. No debemos aportar nuestros propios conceptos a este libro. Tenemos que desechar nuestros conceptos y entrar en el espíritu del escritor. El espíritu del escritor era que los corintios carecían de Cristo. Estaban carentes del disfrute de Cristo; a ellos les hacía falta comer de Cristo. Debían darse cuenta de que todos ellos habían tomado a Cristo como su Pascua, el cual no sólo redime, sino que también alimenta. Después de esto, ellos celebraron la fiesta al tomar a Cristo como los panes sin levadura. No se debe aprender meramente las enseñanzas. Esto traerá muerte. Más bien, celebremos la fiesta. Tenemos una fiesta los trescientos sesenta y cinco días del año. Todos los días los cristianos tenemos fiesta, y celebramos esta fiesta al comer a Jesús como los panes sin levadura.

(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 8, por Witness Lee)