COMER A CRISTO
COMO EL ÁRBOL DE LA VIDA
En el capítulo previo hablamos acerca de que debemos comer a Cristo como el árbol de la vida en forma de alimento. Esto se revela en plenitud desde el comienzo mismo de la Biblia, a lo largo de todo el contenido de la Biblia, hasta el final de la misma. La Biblia comienza con el árbol de la vida, continúa con el árbol de la vida y concluye con el árbol de la vida. El árbol de la vida es nada menos que Dios, quien en Cristo se presenta a Sí mismo a nosotros como vida en forma de alimento. No debemos olvidarnos de la frase bueno para comer [...] el árbol de la vida en Génesis 2:9. En el Evangelio de Juan, el Señor Jesús se presentó a Sí mismo a las personas como el pan de vida. Juan 6:35 dice: “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”, y en 6:57 Él dijo: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí”. Al final de la Biblia también está el árbol de la vida (Ap. 22:2). El árbol de la vida es nuestra porción por la eternidad. Por la eternidad nos alimentaremos de Jesucristo, el árbol de la vida. Resulta claro que la Biblia es un libro acerca del comer. La Biblia no es un libro de cocina ni un manual, sino una mesa, un banquete. Siempre que acudimos a la Biblia, acudimos a la mesa, al banquete, para comer. ¡Aleluya, Jesús es la mesa, y Jesús es el banquete! Acudimos a Jesús y nos alimentamos de Jesús.
(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 6, por Witness Lee)