Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, por Witness Lee

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EL PROBLEMA DE HABLAR EN LENGUAS FABRICADAS POR EL HOMBRE

Quiero recalcarles a ustedes que en el Nuevo Testamento, las enseñanzas y los dones son cosas de niños. No podemos decir que las enseñanzas y los dones sean incorrectos si son genuinos, pero algunas enseñanzas y dones no son genuinos. En el Nuevo Testamento la palabra lenguas quiere decir un dialecto. ¿Cómo puede ser que cualquier sonido extraño hecho con la lengua sea un dialecto? Algunos dirán que este hablar raro es el dialecto de los ángeles, ¿pero cómo pueden los ángeles hablar así? Los que afirman esto se están engañando a sí mismos. Éstas no son lenguas genuinas; son lenguas fabricadas por el hombre. Algunos exhortan a otros a que giren la lengua, muevan su mandíbula y expresen algo, pero que no sea en su propio idioma. En el día de Pentecostés, nadie le pidió a Pedro que girara su lengua, ejercitara su mandíbula ni expresara algo, pero no en su propio idioma. El hablar en lenguas es una práctica milagrosa, algo sobrenatural. Dado que es una cosa sobrenatural, no es necesario que nadie enseñe a otros cómo hacerlo. Muchas veces he dicho a los que practican esto que el caso de Balaam y su burro, descrito en el Antiguo Testamento, es un caso genuino del hablar en lenguas (Nm. 22:28-30). Eso fue algo milagroso y sobrenatural. De repente un burro habló una lengua humana. Balaam no le dijo al burro que hiciera girar la lengua y moviera su mandíbula.

Las personas del movimiento de hablar en lenguas primero les dan una charla a los demás, así como algunos testimonios, con el fin de inspirarlos. Luego, les preguntan: “¿Está usted interesado en hablar en lenguas? Venga con nosotros a esta habitación”. Es probable que unas cinco o diez personas entren con ustedes en la habitación, y alguien les exhorte a que digan: “¡Alabado sea Jesús! ¡Alabado sea Jesús!”, cuanto más rápido, mejor. Luego, puede ser que ellos les impongan las manos sobre su cabeza y les indiquen que deben hacer girar la lengua, mover su mandíbula y decir algo pero no en su lengua materna. En San Diego en 1963, varios hermanos y yo nos hospedamos en la misma casa. El anfitrión sabía claramente que yo estaba radicalmente en contra del hablar en lenguas falso. Después de una reunión por la noche, cuando mi esposa y yo ya nos habíamos acostado, él y su esposa trataron de ayudarle a uno de los hermanos de habla china a que hablara en lenguas. El anfitrión impuso sus manos sobre él y le dijo que hablara algo que no fuese en chino ni en inglés. Como esto se prolongó por largo tiempo, un segundo hermano, hablando en chino, le dijo al primer hermano que hablara cualquier cosa, incluso un disparate. Puesto que la esposa del primer hermano era una china nacida en Indonesia, él había aprendido algo del idioma indonesio, así que dijo algo sin sentido en ese idioma. El anfitrión y su esposa estaban entusiasmados y comenzaron a aplaudir. A la mañana siguiente los hermanos me narraron toda la historia. Yo se la volví a narrar a nuestro anfitrión y le pregunté: “Hermano, ¿no es Cristo suficiente para que nosotros lo prediquemos? ¿Por qué tenía usted que hacer esto?”. En el famoso movimiento carismático, hay muchas historias como ésta. Yo estuve allí y vi esto. Ésta es la razón por la cual soy tan firme en este asunto. No estoy en contra de nada que sea genuino. Creo que hoy aquí en la tierra todavía se encuentra el hablar en lenguas genuino. Dios es viviente, y Él sigue siendo milagroso y sobrenatural. No obstante, no puedo creer en lenguas falsas que son fabricadas por el hombre.

(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 11, por Witness Lee)