Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, por Witness Lee

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LA PROMESA QUE EL SEÑOR DA A LOS VENCEDORES EN CUANTO AL COMER

Tras la degradación de la iglesia, el Señor hizo un llamado a los vencedores en el libro de Apocalipsis (2:7, 11, 17, 26; 3:5, 12, 21). Según Su intención original, Él prometió a estos vencedores que les daría a comer, esto es, a comer del árbol de la vida (2:7), a comer del maná escondido (v. 17) y a cenar, tener un banquete, con Él (3:20). La promesa que el Señor hizo a los vencedores nos recuerda tres ocasiones importantes relacionadas con la comida en el Antiguo Testamento: (1) comer el árbol de la vida en el huerto de Edén, como símbolo para el hombre creado por Dios, (2) comer el maná como una bendición dada al pueblo de Dios cuando anduvieron errantes en el desierto y (3) comer el producto de la buena tierra en las fiestas anuales.

Comer del árbol de la vida significa comer según la intención original que Dios tenía en el huerto del Edén; comer el maná significa disfrutar del alimento que el pueblo de Dios comía diariamente en el desierto, y tener un banquete con el Señor significa disfrutar del rico producto en la buena tierra. Cuando los hijos de Israel entraron en la buena tierra, comenzaron a disfrutar del rico producto de la buena tierra (Jos. 5:12). Luego Dios les ordenó que celebraran tres fiestas al año, a saber: la Fiesta de la Pascua (la Fiesta de los Panes sin Levadura), la Fiesta de Pentecostés (la Fiesta de las Semanas) y la Fiesta de los Tabernáculos (Dt. 16:16). La promesa que el Señor hizo en el libro de Apocalipsis nos trae de regreso a la intención original de Dios en el principio.

(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 5, por Witness Lee)