Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, por Witness Lee

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DEBEMOS ORAR-LEER PARA DISFRUTAR A CRISTO

El Señor nos ha mostrado de manera definitiva que debemos practicar el orar-leer. Según mi experiencia cristiana ninguna otra manera puede reemplazar el orar-leer. La mejor manera de disfrutar a Cristo es orar-leer. Todos debemos probar esto, y ver lo que sucede.

La Biblia es la corporificación de Cristo. Todas las riquezas de Cristo se hallan corporificadas en la Biblia. La Biblia tiene muchas páginas, y cada página contiene las riquezas de Cristo. Por tanto, debemos orar-leer día tras día. Finalmente, a través de nuestro orar-leer veremos que Cristo es Dios, el Cordero, el Creador, la criatura, el Padre, el Hijo, el Espíritu, la vida, la luz, el amor, el Rey, el Sacerdote, el Profeta, así como toda clase de árbol, trigo, maíz, leche, miel, agua, pasto verde, pasto tierno y ganado. Descubriremos que Cristo es cada cosa positiva en el universo. Este Cristo es también el edificio, la casa, la habitación, la sala, la cocina, la ventana y la puerta. También descubriremos que Cristo es la buena tierra, el sol y la estrella de la mañana.

Después de orar-leer por medio año, toda clase de servicio religioso nos causará desagrado. Tal vez digamos: “No necesito oír un sermón ni un mensaje. Tengo algo mejor. Tengo algo más enriquecedor. Tengo algo más dulce”. Todas las riquezas de Cristo están en la Biblia. Sin embargo, no podemos simplemente meditar sobre ellas. La meditación es una práctica muy pobre. En cambio, debemos abrir la Palabra y comerla mediante la práctica del orar-leer. Podemos decir: “Oh Señor, fueron halladas Tus palabra, y yo las comí” (Jer. 15:16). De esta manera asimilamos las riquezas de Cristo. Las riquezas de Cristo se hallan en todos los versículos.

(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 4, por Witness Lee)