TODAS LAS COSAS TIENEN COMO FIN EL EDIFICIO
El edificio es el punto máximo de todas las Epístolas escritas por los apóstoles. Lamentablemente, no obstante, la mayoría de los cristianos buscadores hoy no ha visto esto. Ellos se interesan por muchas cosas buenas, pero simplemente no les interesa este asunto. Algunos dicen que siempre y cuando ellos ganen almas, o sea, conduzcan a las personas a Cristo, eso es maravilloso. Otros dicen que en tanto ellos enseñen la Biblia para ayudar a que la gente conozca la Palabra de Dios, eso es maravilloso. Otros también dicen que mientras ellos cuenten con un buen número de creyentes que salen al campo misionero en los países extranjeros para propagar el evangelio por causa de la propagación del reino de Dios, eso es maravilloso. Algunos dicen que siempre y cuando ellos edifiquen a las personas en su fe y les ayuden a crecer en vida, eso es maravilloso; mientras que hoy muchos dicen que en tanto ellos ayuden a las personas a hablar en lenguas y obtener los dones carismáticos, eso es maravilloso. Yo también digo que esas cosas son maravillosas.
Sin embargo, si hablamos con muchos creyentes acerca de la edificación del Cuerpo, ellos quizás digan: “Esto es un asunto difícil. No hablen de ello. El Señor mismo se ocupará de esto algún día en el porvenir”. No deberíamos hablar de esta manera. Estamos aquí por la predicación del evangelio, estamos por la Biblia, estamos por la obra misionera, estamos por la vida interior y estamos por las prácticas carismáticas genuinas y apropiadas. No obstante, debemos percatarnos de que todas estas cosas tienen como fin el edificio. Dios no está interesado meramente en piezas de piedra; Su interés se centra en Su casa.
¿Qué es lo que tenemos hoy? ¿Es una casa o sólo una pila de materiales? Quisiera incluso preguntarles a los que se reúnen en una iglesia local: ¿Están apilando o edificando? Apilar es una cosa, pero edificar es otra cosa. Podemos amontonar juntos todos los materiales de una casa, pero eso todavía no es una casa. Muchos grupos libres sólo constituyen una pila de materiales, no el edificio. La Biblia dice claramente que en el edificio todos los materiales están bien acoplados (Ef. 2:21). Esto no es apenas un montón, sino una edificación. Esto no es sólo amontonar, sino edificar. Resulta fácil decirles a las personas dónde se lleva a cabo la predicación del evangelio, así como campañas y cruzadas. Es fácil decir dónde se llevan a cabo los estudios de la Biblia en casas, y es fácil decir dónde hay una obra misionera en los diversos países. De igual manera, es fácil decir dónde se habla en lenguas. Sin embargo, ¿dónde está el edificio hoy? Quizás alguno haya sido cristiano por muchos años, y tal vez conozca muchas cosas que corresponden a los cristianos, pero ¿nos puede indicar dónde está la edificación?
(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 15, por Witness Lee)