EDIFICAR LA IGLESIA
AL REGRESAR AL TERRENO APROPIADO
Hoy tenemos alrededor de trece millones de judíos en la tierra. No obstante, de estos trece millones sólo casi dos millones han regresado a Israel. Todos los trece millones aseguran ser judíos, pero únicamente esos dos millones que regresaron pueden decir que ellos son la nación de Israel. No es incorrecto que ellos digan eso. Nadie puede decirles a ellos: “¿Por qué se llaman la nación de Israel? Ustedes son sectarios al hacer tal aseveración. La nación de Israel incluye a todos los miembros del linaje de los hebreos”. Sí, claro que incluye a todos los miembros del linaje de los hebreos, pero la mayoría de ellos no quiere regresar a Israel. Incluso las Naciones Unidas reconocen que únicamente los que han regresado son la nación de Israel.
Muchas buenas amistades han venido para desafiarme, preguntando: “¿Por qué se llaman a sí mismos la iglesia en Los Ángeles? ¿No somos también la iglesia?”. Yo les he respondido: “Gracias a Dios, ustedes son la iglesia, pero no están en casa. Son como los judíos que están en Nueva York, no en Israel. Tal vez ustedes sean ‘hebreos’, pero están en ‘Japón, Alemania o Francia’; ustedes no están en la tierra de sus padres. Mientras un judío permanezca en Nueva York, él no debe, ni puede, culpar a los que afirman ser la nación de Israel. No puede ser la nación de Israel en Nueva York. Tiene que ser la nación de Israel en la tierra de sus padres. De igual manera, no discutan acerca de la iglesia. Más bien, si quieren ser la iglesia en Los Ángeles, regresen a casa”.
Sin duda alguna, todos los creyentes en Los Ángeles son miembros de la iglesia en Los Ángeles. Entonces ¿por qué ellos permanecen en las denominaciones? Si ellos no regresan, eso es su responsabilidad. No deben echarnos la culpa a nosotros. Por tanto, si alguien es un judío hoy, yo le aconsejaría que regresara a Israel a cualquier costo. Bajo el mismo principio, si alguien es un cristiano auténtico, yo le aconsejaría que regresara a la iglesia a cualquier costo.
(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 15, por Witness Lee)