Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, por Witness Lee

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LA PALABRA DE DIOS ES DIOS MISMO

En este capítulo nos concentraremos en la Palabra de Dios. Todos sabemos que la Biblia es la palabra de Dios. No obstante, probablemente sepamos esto de una manera muy común, natural o religiosa. Vemos que la palabra en las Escrituras es la Palabra de Dios, pero necesitamos ver algo más. Juan 1:1 dice: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. La Palabra no sólo es la palabra de Dios; la Palabra es Dios mismo. En el principio era la Palabra, esta Palabra era Dios, y un día esta Palabra se hizo carne, fijando tabernáculo entre nosotros, llena de gracia y de realidad (v. 14). Gracia quiere decir disfrute. La Palabra, quien era Dios que se hizo carne y fijó tabernáculo entre nosotros, no estaba llena de doctrinas y enseñanzas sino de disfrute y de realidad. De seguro, esta Palabra es más que la palabra de Dios expresada en letras. Esta Palabra es Dios mismo.

(Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristo, capítulo 4, por Witness Lee)