Experiencia de vida, La, por Witness Lee

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III. COMPARTIR LA MISMA POSICION CON CRISTO

Cuando una persona llega a la medida de la plena estatura de Cristo, está en la misma posición que Cristo, no solamente como un hecho objetivo, sino también en experiencia. Cristo está sentado en los cielos, así también él; Cristo está en el trono, y así está él. En este momento, él no es fácilmente conmovido, ni tampoco puede caer fácilmente.

Antes de que la vida espiritual de un hombre llegue a la madurez, él no es estable. Es posible que un mes antes, él haya estado grandemente exaltado y celoso por el Señor; al mes siguiente tal vez esté excesivamente deprimido y débil, hasta el punto de no estar dispuesto a ir a las reuniones. Algunos hermanos y hermanas, cuando son bien recibidos y animados, están gozosos y fuera de sí; pero cuando afrontan oposición y problemas, se deprimen y se abaten. Estos altibajos prueban que la vida es todavía inmadura. Sin embargo, cuando la vida del hombre ha llegado a la madurez, y él está sentado con Cristo en el trono en los cielos, él no sube ni cae, ni vacila fácilmente. Cuando usted le da la bienvenida, él es cierta clase de persona; cuando usted se le opone, sigue siendo el mismo. Si usted lo anima, él está en el trono; si le da problemas, él sigue en el trono. Cuando el profeta Elías oyó que Jezabel deseaba matarlo, tuvo muchísimo temor; huyó y se sentó debajo de un enebro, deseando morir (1 R. 19). Esto se debe a que él había descendido del Monte Carmelo. De igual forma, cuando uno desciende de la posición celestial, es fácilmente confundido y amedrentado. Sin embargo, el que ha llegado a la madurez de vida, vive en el espíritu, en la vida de Cristo; él participa de Su posición y no es fácilmente perturbado ni provocado. Tal como Cristo es estable y está seguro en los cielos, así también él. Una persona cuya vida ha llegado a la madurez es estable y firme.

Como Cristo mismo es inconmovible en los cielos, así son aquellos que están llenos a la medida de la estatura de Cristo y que participan de la misma posición que Cristo. El no cambia por causa del lugar o del tiempo; no importa en qué clase de ambiente se encuentra, él permanece inmutable sentado en los cielos. El participa de la misma posición que Cristo. Esta es la condición de uno que está lleno a la medida de la estatura de Cristo.

(Experiencia de vida, La, capítulo 19, por Witness Lee)