Experiencia de vida, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

IV. EL GRADO DE TERMINAR CON EL PASADO

¿Cuán lejos debemos ir en poner fin a las cosas del pasado? ¿Hasta qué grado debemos proceder? El grado está expresado en Romanos 8:6 como “vida y paz”.

Ya hemos visto que la terminación del pasado está basada en el sentir de vida interno. Este sentir de vida interno es un sentir dado a nosotros a través de la unción interna del Espíritu Santo. Puesto que la terminación de nuestro pasado está basada en el sentir de vida dentro de nosotros, el procedimiento es el mismo que se menciona en Romanos 8:5-6, es decir, seguir el Espíritu u ocuparse del Espíritu. El resultado, por consiguiente, será naturalmente el mismo: “vida y paz”. Así que, vida y paz son el grado que se nos requiere para solucionar el pasado. Si seguimos la demanda de nuestro sentir interno de hacer restitución, de confesar nuestros pecados, de eliminar las cosas impropias e impuras y de poner fin a nuestra vieja manera de vivir, sin duda nos sentiremos fortalecidos, iluminados, satisfechos y vivificados; también nos sentiremos en paz, seguros y llenos de la presencia del Señor. Si hemos quitado de en medio las cosas del pasado y todavía no nos sentimos llenos ni sentimos la manifestación de vida y paz, podemos estar seguros que no hemos seguido al Espíritu hasta el final; no hemos satisfecho suficientemente la demanda del sentir interno. Debemos acudir al Señor para obtener gracia para que podamos poner fin a las cosas cabalmente, hasta que estemos llenos de vida y paz.

Por supuesto, el testimonio interno de vida y paz no es suficiente para probar que toda nuestra vida pasada, la cual necesita ser solucionada, haya sido ya tratada. Sólo indica que hemos prestado atención a todo según la demanda de nuestro sentir interno. Es posible, que más adelante, cuando nuestra vida haya crecido y nuestro sentir se haya incrementado, nos percatemos de que hay más cosas que necesitan ser terminadas. En ese momento debemos nuevamente seguir el guiar de este sentir y tratar con estos asuntos hasta que nuevamente sintamos vida y paz. Después de varias limpiezas y tratos exhaustivos, nos habremos limpiado en un más alto grado de las cosas, las acciones, las relaciones y los conceptos del pasado que no agradan al Señor. Podremos entonces seguir al Señor y seguir adelante sin arrastrar nada del pasado.

(Experiencia de vida, La, capítulo 2, por Witness Lee)