Experiencia de vida, La, por Witness Lee

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I. EN EL CUERPO

En relación con ser llenos a la medida de la estatura de Cristo, debemos primero darnos cuenta de que nadie puede llegar a esta etapa individualmente. Esta experiencia solamente se alcanza en el Cuerpo. Es completamente una experiencia que es ganada en el Cuerpo.

Un cristiano que ha experimentado el quebrantamiento de la carne y de la constitución natural del hombre, automáticamente verá el Cuerpo de Cristo. Desde ese momento en adelante, él comprende profundamente en su experiencia que separado del Cuerpo de Cristo no puede vivir, y tampoco puede vivir en el Señor ni tocar Su presencia. Si es desligado del Cuerpo de Cristo, ni siquiera puede ser un cristiano. Por lo tanto, desde el momento que ve el Cuerpo de Cristo, hasta que llega a ser maduro en la vida del Señor, su vida espiritual está en el Cuerpo, igual que toda su experiencia espiritual. Por consiguiente, ser lleno a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo es también una experiencia que se tiene en el Cuerpo.

No solamente es imposible que alguien experimente el ser lleno a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo fuera del Cuerpo, sino que aun en la práctica, en el Cuerpo, nadie puede ser lleno a la medida de la estatura de Cristo individualmente. Ser lleno a la medida de la estatura de Cristo es un asunto del Cuerpo. Por lo tanto, solamente el Cuerpo puede estar lleno a la medida de la estatura de Cristo.

Ser lleno a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo sólo se menciona una vez en la Biblia, en Efesios 4:13. En este pasaje, el escritor no se está refiriendo a santos individuales, sino que más bien hace notar el hecho de que un día el Cuerpo de Cristo, el cual es la iglesia, alcanzará tal etapa. En Efesios 3:18, leemos que para comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de Cristo, necesitamos unanimidad con todos los santos. De estas dos referencias de la Escritura vemos que la estatura de la plenitud de Cristo y las inescrutables dimensiones de Cristo no pueden ser experimentadas por nosotros mismos individualmente, sino por medio de estar en el Cuerpo y de ser unidos con todos los santos.

Por lo tanto, en realidad, la madurez de la vida de un cristiano tiene lugar en el Cuerpo. Nunca debemos esperar que podremos alcanzar la madurez de vida individualmente. De hecho, cuando alguien ve el Cuerpo, ya no puede seguir siendo individual.

(Experiencia de vida, La, capítulo 19, por Witness Lee)