Experiencia de vida, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

VI. EL PROCESO DE EXPERIMENTAR EL TRATO CON LA CARNE

Veamos ahora el proceso práctico de experimentar el trato con la carne.

A. El deseo de una vida sin pecado

Cuando un hombre está dispuesto a tratar con su carne, comienza siempre con el primer paso, esto es, desear una vida sin pecado. La parte de la carne que es más fácil de identificar es su lado corrupto. En consecuencia, al tratar con la carne siempre comenzamos con el lado corrupto. La carne corrupta que estamos considerando aquí, tiene un alcance más amplio y más profundo que el de tratar con el pecado. Podemos decir que todo lo que está escondido en el hombre que desagrada a Dios, que no tiene nada que ver con el deseo que hay en el corazón de Dios, y que no puede sujetarse a la voluntad de Dios es la carne corrupta. Cuando un hombre es atraído por el Señor a seguirle, automáticamente ve la suciedad y los rasgos abominables de la carne corrupta. El desea naturalmente ser liberado de ella y vivir una vida santa y sin pecado, una vida victoriosa.

B. Descubrir las dificultades de la carne

Cuando un hombre desea esta vida sin pecado y desea ser librado de la esclavitud del pecado, él espontáneamente usa sus propias fuerzas para tratar con el pecado del cual está consciente. A menudo le pide al Señor fortaleza para que le ayude a tratar con los pecados. Pero el resultado es decepcionante porque a pesar de que trata con algunas obras pecaminosas, no puede hacer nada con la naturaleza que hay dentro de él, la cual se inclina hacia el pecado. El reúne todos sus esfuerzos para tratar con un pecado, pero otros diez hacen su aparición. Tal parece que cuanto más trata, más fuerte es el poder del pecado, de manera que usualmente experimenta un fracaso total. En todos sus fracasos él comienza a descubrir gradualmente que dentro de él está la carne corrupta. El también se va dando cuenta de que esta carne corrupta es el origen de todos sus pecados. Los pecados no son nada más que la corrupción expresada; la carne es la raíz verdadera de toda esta corrupción. Tratar solamente con los pecados y no con la carne es descuidar la causa y es tratar con las consecuencias, lo cual resulta en una labor vana. No es posible vivir una vida sin pecado a menos que haya habido un trato exhaustivo con la carne. Así, esta persona descubre que la carne es su más grande problema.

La Biblia describe la misma experiencia con respecto a nuestro trato con la carne. Primero, Romanos 6 nos dice que como hemos sido bautizados en Cristo, no debemos vivir más en pecados, ni tampoco presentar nuestros miembros como instrumentos de pecado. Así que, tenemos que tratar con el pecado y presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia. Entonces el capítulo 7 pasa a decir que esta persona que trata con el pecado descubre que el pecado y la carne son inseparables. Puesto que la carne es el cuerpo de pecado, no hay bondad en ella. La razón por la cual el hombre peca es que es carnal. Por lo tanto, el capítulo 8, por un lado, nos habla de ser liberados en Cristo Jesús por la ley del Espíritu de vida, y por otro, del trato con la carne. Sólo cuando la carne ha sido tratada podemos ser libres del asedio del pecado. Después de que uno haya deseado la vida sin pecado, descubrirá gradualmente la dificultad que presenta la carne, sabiendo que nosotros, los hombres de la vieja creación, somos la carne, y que todos nuestros problemas provienen de nuestro propio ser. Si no tratamos con nuestro propio ser, el problema de la carne no puede ser resuelto, y no podemos vivir una vida santa y sin pecado.

(Experiencia de vida, La, capítulo 9, por Witness Lee)