II. LA DEFINICION DE LA CARNE
En la Biblia podemos encontrar por lo menos tres definiciones de la carne.
A. El cuerpo corrupto
En la Biblia la primera definición de la carne es nuestro cuerpo corrupto. Cuando Dios creó al hombre, éste tenía solamente el cuerpo físico, no la carne. En ese entonces, no había pecado ni concupiscencia en el cuerpo humano; era simplemente un cuerpo creado. Sin embargo, cuando Satanás indujo al hombre a comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, entonces Satanás y su vida pecaminosa, la cual estaba tipificada por el fruto, entró en el cuerpo humano, haciendo que el cuerpo humano fuese transmutado y corrompido y así llegara a ser la carne. Por lo tanto hoy la carne humana, la cual tiene pecado, concupiscencia y muchos otros elementos impuros de Satanás dentro de ella, es mucho más complicada que el cuerpo humano original.
Podemos fácilmente encontrar base bíblica para mostrar que la carne es el cuerpo corrupto. Por ejemplo, Romanos 6:6 menciona “el cuerpo de pecado”, el cual es el cuerpo pecaminoso. Romanos 7:24 menciona “el cuerpo de muerte”, lo cual significa el cuerpo muerto. Este cuerpo pecaminoso y muerto se refiere al cuerpo corrupto, o sea la carne. El pecado y la muerte son las características de la vida de Satanás. Nuestro cuerpo, el cual tiene pecado y muerte, ha llegado a ser la carne. En consecuencia, Romanos 7:18 dice: “En mi carne no mora el bien”; de nuevo, el versículo 20 dice: “El pecado que mora en mí”; y de nuevo, el versículo 21 dice: “el mal está conmigo”. Estos versículos nos dicen que “el pecado” o “el mal” que está dentro de nosotros está en nuestra carne. Luego el versículo 23, el cual menciona “la ley del pecado que está en mis miembros”, muestra en una forma más práctica que la ley de pecado está en los miembros del cuerpo. Esto revela que nuestro cuerpo, habiendo sido mezclado con el veneno satánico, es corrupto.
Gálatas 5:19-21 enumera las manifestaciones de la carne, tales como fornicación, inmundicia, lascivia, etc., las cuales emanan de nuestro cuerpo corrupto; por lo tanto, la primera definición de la carne es nuestro cuerpo corrupto.
B. El hombre caído en su totalidad
La segunda definición de la carne en la Biblia es todo nuestro ser caído. Romanos 3:20 dice: “Ya que por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de El”. Gálatas 2:16 establece que “el hombre no es justificado por las obras de la ley”. En estos dos pasajes vemos que la “carne” y el “hombre” son equivalentes. A los ojos de Dios, el hombre no solamente tiene la carne, sino que él mismo es carne.
¿De qué manera cayó el hombre y vino a ser carne? Inmediatamente después de que el hombre fue creado, su cuerpo estaba en sujeción al alma, la cual, a su vez, estaba en sujeción al espíritu. Por un lado, el hombre tenía comunión con Dios por el espíritu y entendía la voluntad de Dios; por otro lado, él ejercitaba su espíritu para poner todo su ser bajo sujeción a la voluntad de Dios. Por consiguiente, en ese entonces, el hombre vivía por el espíritu y era controlado por el espíritu. Cuando el hombre fue inducido por Satanás a comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, el hombre cayó del espíritu y no vivió más por el espíritu. Mientras tanto, el cuerpo humano, habiendo sido envenenado por Satanás vino a ser carne. Este fue el primer paso de la caída humana. Luego, Caín pecó y cayó, de manera que fue rechazado por Dios porque le sirvió de acuerdo a su propio deleite y opinión. Así que, el hombre cayó completamente a la esfera del alma; él vivió por el alma y llegó a ser un hombre centrado en el alma. Después de Caín, el hombre cayó aún más bajo y pecó más violentamente. Como resultado, el espíritu del hombre se debilitó, y su carne se hizo más y más fuerte hasta que usurpó el lugar del espíritu para controlar el ser completo. De esta manera, el hombre cayó completamente en la carne y vivió por ella. Por eso, antes del diluvio, Dios dijo que el hombre “es carne” (Gn. 6:3). Luego, de nuevo El dijo que “toda carne había corrompido su camino sobre la tierra” (Gn. 6:12). En ese momento, a los ojos de Dios, el hombre no era solamente de la carne, sino que era la carne misma. Así como los que son malignos son la carne, también los que son buenos son la carne. Así como los que odian son la carne, también los que aman son la carne. Toda la gente de este mundo es carne. Por lo tanto, en la Biblia, la carne se refiere también al ser humano caído en su totalidad.
(
Experiencia de vida, La, capítulo 9, por Witness Lee)