Cristo como la realidad, por Witness Lee

EL ALIMENTO PARA DIOS

Hay ocho puntos que debemos ver acerca del holocausto. El primero es que Dios está esperando por Su alimento en la Tienda de Reunión. Dios no compra ni produce Su propio alimento. Él está en la Tienda de Reunión esperando recibir Su alimento. Si no hay nadie que labore en la buena tierra, ni nadie que presente el excedente de las riquezas de la tierra en la Tienda de Reunión, Dios no puede obtener Su alimento. ¡Dios depende mucho de nosotros y de nuestra labor en la buena tierra! Él depende de que nosotros le presentemos el excedente de las riquezas de la buena tierra para obtener alimento.

Debemos darnos cuenta de que por siglos Dios ha estado hambriento porque muchos cristianos no han sabido laborar en Cristo como la buena tierra. Simplemente ellos no sabían que cada vez que se reunieran debían traer a Dios algo de Cristo. Ellos sabían cómo tener un buen servicio cristiano, pero no supieron cómo traerle a Dios el excedente de las riquezas de Cristo como el holocausto. Ellos sabían cómo ayunar y clamar a Dios por Su misericordia. Sus oraciones fueron mayormente: “Oh Señor, ten misericordia de nosotros y envíanos un gran avivamiento”. Simplemente ellos no supieron cómo traer las riquezas de Cristo a Dios como Su alimento.

No obstante, alabado sea el Señor que en estos postreros días Él nos ha mostrado esto. Ya no necesitamos reunirnos de esa manera tan pobre que consistía en ayunar, clamar y llorar. Ahora podemos reunirnos con gozo, trayendo el Cristo que experimentamos día tras día. Tenemos un excedente de este rico Cristo, porque hemos laborado en Él cómo la buena tierra día tras día. ¿Para qué tenemos un avivamiento matutino? ¡Solamente para laborar en Cristo! ¿Por qué invocamos el nombre del Señor? ¡Simplemente para laborar en Él! ¿Por qué lo disfrutamos como un banquete en la Palabra todo el día? ¡Simplemente para laborar en Él! Cristo es nuestra buena tierra, y laboramos en Él durante todo el día. Entonces cuando nos reunimos en la Tienda de Reunión tenemos algo de Cristo para presentarle a Dios. Dios está verdaderamente hambriento. Él espera las reuniones para tener algo que comer. No nos reunimos solamente para preparar una mesa para nosotros, sino a fin de preparar una mesa para Dios.

Muchos cristianos siempre están tratando de obtener algo de Dios. Sin embargo, en la Tienda de Reunión lo primero que debemos presentar es el holocausto, pero no para nuestro disfrute sino para el disfrute de Dios. Debemos satisfacer a Dios con el mismo Cristo en quien hemos laborado. Esto va mas allá del concepto que tienen la mayoría de los cristianos. Ellos siempre están buscando a Dios para que Él les dé algo, pero nunca tienen un alimento que ofrecerle a Dios. Debemos laborar en Cristo para tener un excedente que podamos traer a Dios cuando venimos a la Tienda de Reunión. Así le presentamos el holocausto como Su alimento.

(Cristo como la realidad, capítulo 3, por Witness Lee)