EL ESTUDIO REQUERIDO PARA EL AVANCE
DE LA NUEVA MANERA
Para nadie es fácil dejar sus viejas costumbres y hábitos. Incluso sin proponerse expresarlos, sus viejos hábitos y costumbres se manifiestan. No es fácil desarrollar una nueva costumbre. Podemos valernos de los ejemplos de salir a tocar a las puertas y de llevar a cabo las reuniones de hogar; no importa cómo los hagamos, es posible que aún procedamos conforme a la vieja manera de hacer las cosas porque hemos estado en ella por mucho tiempo.
En principio, reunirnos en los hogares es más difícil que salir a tocar a las puertas. En la Biblia no encontramos exactamente cómo el Señor desea que nos reunamos. Pero una cosa sí es segura: la Biblia claramente dice: “Según el espíritu” (Ro. 8:5). Es fácil decir “según el espíritu”, pero la frase según todavía alude a una manera de hacer algo; esto nos exige dedicar más tiempo para estudiar. También debemos estar preparados para afrontar contratiempos, desilusiones, distracciones y presiones durante nuestro proceso de estudiar cómo conducir las reuniones de hogar. Al respecto podemos usar el ejemplo de cómo los niños aprenden a tocar el piano. Al principio ellos son muy indisciplinados, pues tocan como quieren. Por lo tanto, el maestro tiene que ejercer un estricto control y limitar a los estudiantes, enseñándoles a tocar con dos o tres dedos a la vez y a practicar al menos una hora al día, poniendo cierta presión sobre ellos. Esta “presión” produce en ellos destreza. Las olivas no producen aceite sin presión; una vez que son puestas bajo presión, se produce el aceite. Por lo tanto, no se desanimen. El secreto con respecto a salir a tocar a las puertas es estar llenos de entusiasmo, pero la clave para tener las reuniones de hogar es no desanimarnos.
(Llevar fruto que permanece, tomo 1, capítulo 2, por Witness Lee)