LA NECESIDAD DE LOS NUEVOS CREYENTES:
CONOCER LA IGLESIA
Cuando salgamos a perfeccionar las reuniones de hogar, debemos tener presente las necesidades de los nuevos creyentes. Podemos comparar esto con la manera en que una madre cría a sus hijos. Ella debe saber cuándo cambiarles los pañales y cuándo darles pecho. Por lo general, todo esto se hace en horas fijas, pero en realidad los niños también tienen necesidades urgentes que deben ser atendidas. De igual manera, en cuestión de perfeccionar las reuniones de hogar, también debemos atender las necesidades urgentes. En el presente estamos afrontando una urgente necesidad. Tarde o temprano los recién salvos preguntarán: “¿Fuimos bautizados, pero dónde está la iglesia? ¿Dónde debemos reunirnos?”.
En principio, no hemos querido que estos recién bautizados vengan inmediatamente a nuestras reuniones. Una vez que vengan a nuestras reuniones, es posible que observen nuestra condición vieja y religiosa y se vean afectados. Puesto que no queremos que sean infectados, hemos preferido ir más despacio, y no mencionar la iglesia prematuramente ni darles a conocer la iglesia demasiado pronto. No obstante, esto es como enseñarle a una madre cómo debe criar sus hijos, diciéndole cuándo cambiar los pañales y cuándo no hacerlo. Si una nueva madre, que nunca ha criado hijos y no tiene experiencia, recibe esta enseñanza, su hijo podrá sufrir. Cuando su hijo tenga el pañal mojado, ella no lo cambiará porque está siguiendo al pie de la letra la enseñanza de sólo cambiar los pañales a la hora prescrita. Esto causará muchos problemas. En este momento muchos hermanos y hermanas recién bautizados tienen una necesidad, ellos quieren conocer la iglesia; sin embargo, debido a que aún nos adherimos a la vieja comunión, nadie accederá a responder sus preguntas.
Al aplicar las cosas, debemos aprender a ser flexibles. Cuando el pañal de un niño está mojado, debemos cambiárselo, aunque no parezca el momento correcto. Si seguimos esperando, surgirán problemas. Por lo tanto, si las personas nos preguntan dónde está nuestra iglesia, debemos ser honestos y decirles dónde está nuestro salón de reuniones. Por lo general los buenos doctores no se restringen por muchas reglas al administrar sus tratamientos. Los doctores que siguen estrictamente todas las reglas y las normas son principiantes, pero los doctores de más experiencia por lo general se adaptan a las circunstancias con confianza y solicitud. Hace treinta años, cierto hermano entre nosotros era un doctor muy bueno y flexible. Por un lado, él tenía completamente la perspectiva de la medicina occidental; pero, por otro, entendía perfectamente la eficacia de la medicina china para curar las enfermedades. Por esta razón, muchas personas recibieron su ayuda. Debemos ser como él y no ser rígidos. La rigidez mata a las personas. Únicamente la capacidad de adaptación, la flexibilidad y el estar abierto al cambio puede brindarles a las personas la verdadera ayuda.
En este momento, debemos ayudar a los nuevos a conocer la iglesia. La iglesia es un tema extremadamente importante en el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento no habla de la iglesia de manera clara y directa, pero sí contiene muchos tipos y profecías en cuanto a la iglesia. Es en el Nuevo Testamento, en Mateo 16:18, que el Señor Jesús usó la palabra iglesia por primera vez. Ésta es la primera vez que se menciona la iglesia en la Biblia. Por consiguiente, ésta es una revelación y una verdad muy importante en el Nuevo Testamento.
En 1957 invitamos a un predicador famoso del exterior para que nos compartiera en Taipéi. Esto hizo que surgiera un problema relacionado con el terreno de la iglesia. Después de esto, dimos treinta y seis mensajes sobre el terreno de la iglesia y los publicamos en un libro titulado The Testimony and the Ground of the Church [El testimonio y el terreno de la iglesia]. Éste es un tema de suma importancia, y no debemos tomarlo a la ligera. Sin embargo, cuando salgamos a predicar, debemos hablar de una manera que resulte fácil de entender, así como una madre llega a ser un “buen doctor” que prepara los nutrientes y la medicina de una forma muy conveniente para que los niños los tomen. Hasta donde sabemos, en este momento ya hay ciento cincuenta hogares entre nosotros que han empezado a celebrar la mesa del Señor. En principio, una vez que empezamos a celebrar las reuniones de la mesa del Señor, debemos hablar a los santos en cuanto a la iglesia, explicándoles a los que parten el pan qué es la iglesia. El partimiento del pan, la iglesia y el Cuerpo de Cristo son diferentes aspectos de una misma cosa. Por lo tanto, puesto que partimos el pan en las casas, debemos hablar de la iglesia.
Al atender las necesidades, debemos adaptarnos a la situación y ser flexibles, así como un entrenador enseña a sus jugadores a jugar básquetbol. Después que los jugadores hayan aprendido las técnicas básicas de cómo driblar, pasar la pelota y encestarla, ellos aún necesitan aprender a ser flexibles cuando jueguen en la cancha. Espero que cuando salgamos a perfeccionar las reuniones de hogar, nos aseguremos de poner esto en práctica. Por un lado, no debemos ser demasiado rígidos al seguir las reglas porque esto matará a las personas. Adherirnos demasiado a las reglas matará a las personas, pero si las violamos en demasía, también les haremos daño. Por lo tanto, debemos regresar a nuestro espíritu y seguir nuestro espíritu. Esta comunión básica nos ayudará a aplicar en las reuniones de hogar lo que hemos aprendido.
(
Llevar fruto que permanece, tomo 1, capítulo 7, por Witness Lee)