LAS PROBABILIDADES DE ÉXITO
QUE TIENE LA NUEVA MANERA
Este paso es el monte alto de la nueva manera, y debemos escalarlo en unanimidad. Si la reunión de hogar es exitosa, la bendición del Señor nos acompañará.
Actualmente en la iglesia en Taipéi se reúnen más de diez mil santos. Más de tres mil se reúnen en veintitrés salones de reunión, y más de siete mil se reúnen en miles de hogares. En los próximos años, esperamos que más de cien mil hogares de santos se reúnan regularmente en Taipéi. Cuán glorioso sería que en determinado día del Señor se reuniera toda esta cantidad de santos. Si la nueva manera ha de ser exitosa o no, ello dependerá del propósito eterno de Dios, y también de si nosotros estamos dispuestos a implementarla. El problema hoy en día no tiene que ver con el camino en sí, sino con nosotros, si estamos dispuestos o no a seguir este camino y cómo vamos a seguirlo. Espero que todos tengamos el mismo sentir y estemos en unanimidad, dispuestos a arrimar el hombro y a implementar esta manera, la cual Dios ha establecido.
Por otro lado, aún necesitamos las reuniones grandes. Si el Señor tiene misericordia de nosotros, nos permitirá construir un salón grande para reuniones en Taipéi con capacidad para quince mil o diecisiete mil personas, a fin de que podamos compenetrarnos.
En cualquier caso, debemos seguir este nuevo camino. Si la nueva manera tendrá éxito o no, ello dependerá mucho de los entrenantes. Cuando ellos regresen a sus localidades de origen, deben propagar la nueva manera y convertirse en maestros a fin de adiestrar a los santos en todo lugar. De este modo, después de cinco años esto vendrá a ser nuestra “tradición familiar”. Entonces no será difícil como lo es hoy. Podemos comparar esto a la manera en que la educación se ha vuelto universal en Taiwán. Debido a que se ha establecido un sistema educativo completo, es fácil hacer que la educación sea universal. Debemos hacer algo semejante. Debemos crear los puntos cruciales para que la nueva manera pueda aplicarse de forma universal. Una vez que se haya hecho universal, el resultado será sorprendente. En unos cuantos años los ciento y miles, o incluso decenas de miles, de santos en Taiwán irán a muchos lugares para evangelizar el mundo.
Quinientos mil santos en Taipéi podrán producir veinticinco mil obreros de tiempo completo. Puesto que Taiwán no necesitará este gran número de obreros de tiempo completo, ellos podrán ir por todo el mundo. Podrán ir a los países árabes, a India, a Sudáfrica, al oriente de África y al occidente de África. Otros podrán ir al norte de Europa. De ser posible, un día enviaremos algunos a Rusia para evangelizar a las personas de ese lugar. Éste es el panorama que tenemos delante de nosotros. Debemos creer que esto funcionará. Además, si los cien mil santos que se reúnen regularmente son fieles con respecto a sus ingresos y su consagración para dar ofrendas monetarias, el suministro para los obreros de tiempo completo será más que suficiente.
Finalmente, debemos declarar que ésta es la manera correcta de proceder. Cuando esta manera empiece a fluir, no sólo habrá unas cuantas gotas de agua, sino un torrente. Todos debemos proseguir hasta tener éxito en las reuniones de hogar, a fin de que Taiwán sea evangelizado y luego todo el mundo sea evangelizado. ¡Esto es glorioso sobremanera!
(Mensaje dado el 24 de marzo de 1987 en Taipéi, Taiwán)
(
Llevar fruto que permanece, tomo 1, capítulo 11, por Witness Lee)
