EL SENTIR DEL CUERPO ES UNIVERSAL
El sentir del Cuerpo es muy misterioso. Si permitimos que este sentir crezca en nosotros, llegará a ser un sentir universal. Hablando con propiedad, este sentir del Cuerpo ya es universal, pero cuando entra en nosotros, lo limitamos. La vida de Cristo es universal, y el Espíritu de Dios también es universal. Una vez que esta vida y este Espíritu entran en nuestro ser, deberíamos tener un sentir del Cuerpo también universal. La conciencia del Cuerpo es inmensa y abarca mucho; sin embargo, cuando entra en nosotros, nosotros la limitamos. En el momento de nuestra salvación este sentir que teníamos del Cuerpo nos hizo darnos cuenta de nuestra condición. Sin embargo, debido a que aún no hemos sido muy quebrantados, este sentir no puede salir de nosotros. Poco a poco, conforme aprendamos las lecciones, cuanto más seamos quebrantados, más se desarrollará este sentir al grado de que podemos cuidar de otros, de la iglesia y de la obra del Señor. Cuanto más experimentemos el quebrantamiento del Señor, aprendiendo lecciones más profundas y siendo liberados de nosotros mismos, más descubriremos que este sentir es universal.
Una vez, un hermano británico contó la historia de lo que le pasó cuándo vino a los Estados Unidos a predicar el evangelio. Mientras predicaba la palabra, él se sentía muy turbado; pero debido a que no sabía por qué, intentó suprimir este sentir. Trató de resistirlo por medio de oración y de aplicar la sangre del Señor, pero todos sus esfuerzos fueron vanos. Mientras andaba intranquilamente de un lado a otro dentro de su cuarto en el hotel, de repente tuvo cierto sentir y le pidió al Señor que le explicara lo que significaba. Él recibió la claridad en su interior y oró: “Yo aplicaré, por la fe, la oración que están haciendo por mí los hermanos de Londres”. Inmediatamente que utilizó la eficacia de esa oración, la inquietud que sentía desapareció. Cuando regresó, él les contó esta experiencia a los hermanos de Londres, y ellos le preguntaron cuándo le había sucedido esto. Cuando les indicó, los hermanos de Londres le dijeron que pese a que hay cinco horas de diferencia entre la costa oriental de los Estados Unidos y Londres, ellos habían percibido que él estaba pasando por dificultades justamente en la misma hora en que él se sentía oprimido y turbado. Así que oraron por él en Londres. A pesar de que él se encontraba a un lado del océano Atlántico y los hermanos de Londres estaban al otro lado, ellos estaban conectados con él mediante un sentir interno y pudieron saber lo que él estaba experimentando en un lugar lejano. Aunque externamente nadie podía explicar claramente la situación, todos ellos sintieron lo mismo en el espíritu. ¡Cuán precioso es esto!
En 1900, cuando ocurrió la rebelión de los Bóxers, muchos misioneros del occidente fueron perseguidos y sufrieron el martirio por el Señor. El transporte y las comunicaciones de ese entonces no eran tan avanzados como hoy. Cuando la persecución ocurrió en China, había en Londres un grupo de personas que vivía en la presencia del Señor y oraba cada vez que se reunía. En ese tiempo en particular ellos sintieron una opresión en su espíritu, y sintieron que estaba relacionado con algo poco usual. Este sentimiento de opresión no era ordinario, sino extraordinario. Aunque no podían explicar esto, según su experiencia espiritual, ellos sintieron que el Cuerpo de Cristo, que es Su iglesia, estaba pasando por dificultades en la tierra. Así que oraron para liberar delante del Señor la carga que sentían en su interior. Después de cierto tiempo, cuando las noticias de China llegaron a Europa, ellos entendieron lo sucedido. Ellos calcularon la fecha y la hora, y descubrieron que ellos habían empezado a sentir una fuerte opresión en su espíritu exactamente en el momento en que los bóxers chinos empezaron a masacrar a los misioneros occidentales. Aunque se encontraban muy lejos en otra tierra, ellos en su espíritu sintieron la persecución que afrontaban los creyentes en China. Éste es el sentir del Cuerpo, el cual es universal. Por consiguiente, nunca debemos menospreciar la vida que hemos recibido. El sentir que tenemos de esta vida es una gran cosa. Lamentablemente, hemos suprimido esta sensibilidad a causa de nuestros propios sentimientos y opiniones. Estas cosas se han convertido en un factor de restricción dentro de nosotros.
Por ahora, ni siquiera hablemos del hemisferio oriental ni del hemisferio occidental, ni de Europa ni de Asia. Simplemente tomemos a Taiwán como ejemplo. La iglesia en Tainan a menudo se muestra indiferente a lo que le sucede a la iglesia en Taizhong, y la iglesia en Taipéi se muestra indiferente a lo que le sucede a la iglesia en Tainan. Cuando la iglesia en Taizhong recibe una bendición, la iglesia en Tainan no se goza. Cuando la iglesia en Tainan experimenta un avivamiento, la iglesia en Taipéi se muestra indiferente y hasta siente cierta envidia. Además, es probable que los santos de Tainan digan: “El avivamiento que experimentamos en esta ocasión es mayor que el avivamiento que hubo en Taizhong”. Luego, es posible que al escuchar esto, los santos de Taizhong se sientan descontentos, y digan: “Esperen ustedes, ya verán. En medio año la iglesia en Taizhong será más fuerte que la iglesia en Tainan”. Muchas veces, aunque los santos no hablen de esta manera, sí tienen tales sentimientos. Por consiguiente, no hay Cuerpo, y el sentir del Cuerpo disminuye.
¿Alguna vez nos hemos regocijado a causa de otra iglesia local aparte de la nuestra? Con frecuencia estamos encerrados en nosotros mismos, y cuando vemos que otra iglesia local es bendecida, no nos gozamos con ella. Y si nos regocijamos, nuestro regocijo es muy tacaño, no es generoso. Después que los santos de Keelung se enteran de que Tamsui tiene un salón de reuniones bonito, tal vez digan: “Alabado sea el Señor”, pero no se sienten muy contentos. Aunque la iglesia en Sanchung ha construido un salón de reuniones bonito, los hermanos de las otras localidades no se sienten muy contentos. Estas cosas suceden entre nosotros. Esto muestra que no estamos en el Cuerpo, y que en nuestra experiencia no tenemos el sentir del Cuerpo.
Si tenemos el sentir del Cuerpo, cada vez que cualquier miembro del Cuerpo de Cristo sea bendecido, no importa si es de nuestra localidad o no, nos sentiremos contentos porque otra iglesia ha sido bendecida. Independientemente de si es nuestra localidad o no, mientras los santos tengan dificultades o hayan sido bendecidos, nos sentiremos identificados con ellos y sentiremos la misma dificultad o bendición. Si podemos llegar a esta etapa, la sensibilidad que tenemos con respecto al Cuerpo será muy rica. Ya no seremos afectados únicamente por lo que sucede en nuestra localidad, sino también por lo que sucede fuera de nuestra localidad. El suministro que recibe el Cuerpo de Cristo a causa de esta clase de sensibilidad es indescriptible.
Si podemos traer las riquezas universales al Cuerpo de Cristo, nuestra utilidad con respecto al Cuerpo será universal. Así que tal vez sirvamos en un lugar, pero el efecto de nuestro servicio será universal, y no simplemente local. A menudo nos hallamos encerrados en nosotros mismos. Y aun después que salimos de nuestro egocentrismo, permanecemos encerrados en nuestra localidad y no permitimos que el Señor nos ensanche. El Cuerpo es universal, y la vida que está en nosotros también es universal. El Espíritu que está en nosotros es universal, el sentir que está en nosotros es universal, y el suministro también es universal. De este modo, sin importar cuál localidad sea bendecida, en tanto que el Cuerpo de Cristo sea bendecido, nos gozaremos, y si el Cuerpo de Cristo tiene un problema, sentiremos el dolor. Al igual que Pablo podremos decir: “¿Quién está débil, y yo no estoy débil? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no ardo?” (2 Co. 11:29). Nos sentiremos de esta manera debido a la preocupación que tenemos por todas las iglesias. Esto no está relacionado simplemente con un solo miembro, sino con todas las iglesias. Este sentir nos salvará y hará que el Cuerpo reciba el suministro.
(
Iglesia como el Cuerpo de Cristo, La, capítulo 17, por Witness Lee)