Iglesia como el Cuerpo de Cristo, La, por Witness Lee

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LA MEZCLA DE DIOS Y EL HOMBRE PRODUCE LA CABEZA Y EL CUERPO DE CRISTO

Dios vino a la tierra en el hombre Jesucristo, a fin de mezclarse con el hombre. Por lo tanto, Jesucristo es el comienzo de la mezcla de Dios y el hombre. Esta mezcla hizo posible que se produjera el Cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Cristo es la Cabeza del Cuerpo, la iglesia. La iglesia es el agrandamiento del principio de la mezcla de Dios con el hombre. Este agrandamiento da por resultado el Cuerpo de Cristo.

En los Evangelios la mezcla de Dios con el hombre produjo la Cabeza, Cristo. En Hechos el agrandamiento de la mezcla de Dios con el hombre produjo el Cuerpo de Cristo. Dios se mezcló con el hombre Jesús, un galileo, y este Jesús llegó a ser la Cabeza del Cuerpo; también, Dios se mezcló con muchos otros galileos, los cuales llegaron a ser el Cuerpo de la Cabeza. Que Dios nos ilumine en nuestra lectura de la Biblia para que veamos que los primeros cinco libros del Nuevo Testamento nos proveen un cuadro muy claro de una gran persona. Los cuatro Evangelios nos muestran a esta gran persona, y el libro de Hechos nos muestra el agrandamiento de esta gran persona.

El libro de Hechos no es una crónica simplemente de las actividades de los apóstoles, sino también de las actividades del Cuerpo de Cristo sobre la tierra. Debemos considerar el libro de Hechos junto con los Evangelios a fin de poder ver a un hombre completo, la Cabeza con el Cuerpo. Éste es un hombre misterioso, un hombre universal, quien es Dios y a la vez hombre, y hombre y a la vez Dios. Él también es la mezcla de la divinidad con la humanidad. En estos cinco libros encontramos muchos casos en los que se muestra la mezcla de Dios con el hombre y del hombre con Dios. Los Evangelios hablan de Cristo mientras estuvo en la tierra; sin embargo, Su Cuerpo aún no había sido producido. En Hechos vemos que Cristo como la Cabeza está en los cielos, y que el Cuerpo que Él produjo está en la tierra. Necesitamos tener ojos espirituales para poder ver que esta persona extraordinaria, quien es la Cabeza, está en los cielos, y que Su Cuerpo está en la tierra. Sin embargo, la Cabeza no está separada del Cuerpo; antes bien, en este universo, ambos están conectados de los cielos a la tierra y de la tierra a los cielos. El libro de Hechos contiene el relato del agrandamiento y continuación de la mezcla de Dios con el hombre. Cristo no es una persona junto con un grupo de colegas Suyos, sino que es la Cabeza con un Cuerpo.

(Iglesia como el Cuerpo de Cristo, La, capítulo 5, por Witness Lee)