LA CASA DEL DIOS VIVIENTE
En 1 Timoteo 3:15-16 se usa una expresión muy particular, la cual nos ayuda a conocer la iglesia: “Para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. [Y] [...] grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne”. Estos versículos se refieren a la iglesia como una casa. En chino, en español y en griego, la palabra casa se refiere a una morada y también puede referirse a los miembros de una familia. Aunque la palabra casa que aparece en 1 Timoteo 3 tiene estos dos significados, el énfasis recae en el segundo, porque en términos espirituales, la casa en la cual Dios mora es Su familia.
Cuando la Biblia habla de la Nueva Jerusalén, se refiere a un grupo de personas; Dios mora en la Nueva Jerusalén, y los doce apóstoles son las doce piedras de fundamento de la Nueva Jerusalén. En la era de la iglesia, la iglesia es la casa de Dios; pero en la era venidera en la eternidad cuando el propósito de Dios se cumpla plenamente, la Nueva Jerusalén será una ciudad agrandada. La casa mencionada en 1 Timoteo 3:15 es el templo que se menciona en Efesios 2:21. Este templo será agrandado en el futuro hasta convertirse en una ciudad eterna. Por lo tanto, ya sea que hablemos de la casa, del templo o de la ciudad eterna, la morada de Dios denota un grupo de personas, y dicho grupo de personas llega a ser el lugar donde Dios mora.
En 1 Timoteo 3:15-16 se nos dice que la iglesia es una casa de misterio, es la casa del Dios viviente. Aquí la frase el Dios viviente indica que Dios realiza una obra particular. Él no es un Dios objetivo, sino un Dios subjetivo. Él mora y vive en esta casa; Él no es ni un Dios muerto ni una doctrina muerta. El Dios viviente que vive en la iglesia, la casa de misterio, es un Dios viviente y subjetivo; Él no es un Dios doctrinal y objetivo. Él se mueve y opera en nuestro interior. En condiciones normales, la iglesia es el lugar donde Dios vive y actúa.
(Iglesia como el Cuerpo de Cristo, La, capítulo 4, por Witness Lee)