EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO
Según la dirección fresca que hemos recibido del Señor, nuestro primer paso consiste en aprender a visitar personas al llamar a sus puertas. Esto no significa golpear a las puertas, sino llamar a las puertas. Golpear a las puertas implica una actitud áspera, mientras que llamar a las puertas indica una visita cordial. El primer asunto relacionado con llamar a las puertas es hablarles a las personas acerca del Señor, predicar el evangelio, guiarlas a orar y recibir al Señor y luego bautizarlas. Antes que alguien sea bautizado, necesitamos decirle claramente que, mientras lo bautizamos, estaremos sumergiéndolo en agua, lo cual significa que lo estamos sumergiendo en el Señor (Gá. 3:27). Por medio de esto, experimentará el morir y ser sepultado juntamente con el Señor (Ro. 6:3-5). Anteriormente estaba fuera del Señor, pero ahora, por medio del bautismo, llega a ser alguien que está en el Señor. No sólo eso, sino que también lo introducimos en el Dios Triuno por medio del bautismo, es decir, en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mt. 28:19), así como en la iglesia, el Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:13). Este Cuerpo está unido al Señor como un solo espíritu (6:17). Por ende, mediante el bautismo, lo introducimos en la muerte del Señor, en el Señor mismo, en el Dios Triuno y en la iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. Por fe él recibe al Señor; por fe nosotros lo bautizamos. Éste es el significado sencillo del bautismo.
(Levantarnos para predicar el evangelio, capítulo 7, por Witness Lee)