ESTE MISTERIO TIENE QUE VER CON EL ESPÍRITU
Hoy, en el siglo XX, a muchas personas les gusta estudiar la vida humana a fin de explorar el misterio de la vida humana. Pero pocos se dan cuenta de que el misterio más grande es Cristo en nosotros. Este misterio está estrechamente relacionado con el Espíritu. El cristianismo hoy lee y explica las Escrituras, pero no habla mucho acerca del Espíritu. La Iglesia Bautista del Sur, la denominación con el mayor número de cristianos en los Estados Unidos, les dice a sus predicadores que es mejor no hablar acerca del Espíritu. Dichos predicadores hablan acerca de la Biblia, pero piensan que puesto que el Espíritu es tan misterioso, hablar del Espíritu simplemente acarreará problemas. Sin embargo, la Biblia habla acerca del Espíritu. En particular, no se puede pasar por alto al Espíritu en las Epístolas de Pablo, pues forma parte de la perspectiva de Pablo en el Nuevo Testamento.
Dios es un misterio, Cristo es un misterio, los cristianos son un misterio, y la iglesia también es un misterio. Si en la iglesia no somos misteriosos, estaremos acabados y la iglesia también estará acabada. Sin el misterio no tenemos a Dios, a Cristo, a los cristianos ni a la iglesia. Una vez que el misterio desaparece, la llamada iglesia se convierte en una denominación, y nosotros los cristianos venimos a ser personas religiosas. Este misterio es la razón principal por la cual no somos personas religiosas. No somos religiosos, pero sí somos personas muy misteriosas. Dios, Cristo, los cristianos y la iglesia no son muchos misterios, sino un solo misterio. Este misterio es nada menos que el Espíritu. Este Espíritu es Dios, y este Espíritu también es Cristo. Por lo tanto, hoy los cristianos y la iglesia también tienen que ver con el Espíritu.
(Llevar fruto que permanece, tomo 2, capítulo 9, por Witness Lee)