Llevar fruto que permanece, tomo 2, por Witness Lee

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LA NECESIDAD URGENTE QUE LE ES IMPUESTA A ESTE MINISTERIO: RECOBRAR LA REVELACIÓN DEL NUEVO TESTAMENTO

Los Estados Unidos es el principal y más grande país cristiano. Hay numerosas librerías cristianas que contienen decenas de miles de publicaciones. Sin embargo, es lamentable que ninguna de estas publicaciones nos imparta la visión en cuanto a las cinco palabras que acabamos de mencionar; es decir, no hablan del misterio, la gloria, las riquezas, la esperanza ni de Cristo. Por esta razón, el Señor necesita una obra de recobro, y ésta es nuestra carga. De hecho, éste es un gran ministerio, una gran comisión. El recobro del Señor no consiste en recobrar otra cosa que no sea la gloria y las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, entre usted y yo, el cual es Cristo en nosotros como la esperanza de gloria. Es preciso que veamos esto. No sólo necesitamos al Cristo objetivo, o sea, al Cristo según la letra que el cristianismo enseña; lo que necesitamos es al Cristo viviente, quien entra en nosotros y llega a ser nuestra gloria, nuestra esperanza y las riquezas que podemos disfrutar en nuestro interior. Estas riquezas y gloria son lo que nosotros anunciamos. Por eso, Pablo dijo que nosotros anunciamos a Cristo. Lo anunciamos como tal persona.

Por esta razón, lo que el Señor desea recobrar es nuestra plena liberación del cristianismo. Espero que todos podamos ver esto. Si el Señor ha de regresar, ello no simplemente dependerá de si salimos a tocar a las puertas, sino de cuánto lo conozcamos interiormente, de cuánta gloria Él tiene en nosotros, y de cuánto nosotros hemos disfrutado de Sus riquezas. Éstos son los puntos clave. Él es nuestra gloria, nuestro disfrute y las riquezas que poseemos interiormente, y, mucho más que eso, Él es nuestra esperanza que está por venir, nuestra añoranza. Éste es el propósito por el cual salimos a tocar a las puertas, es por eso que tenemos nuestras reuniones de hogar y también es por eso que enseñamos Lecciones de vida. Todo lo que hacemos, lo hacemos con esta finalidad. Incluso si nos enojamos, nuestro enojo debe ser Cristo. No es necesario hacer ninguna cosa, si ella no contribuye a engendrar a Cristo.

Hoy en día el Señor necesita que decenas de miles de personas engendren a Cristo. Espero que seamos de ese grupo de personas. Cuando salgamos a tocar a las puertas, tenemos que ir con el sentimiento de que vamos a engendrar a Cristo. Esto es muy valioso; no es algo insignificante. En el futuro necesitamos centenares de personas como éstas que salgan a tocar a las puertas en Dinamarca y en Inglaterra. Incluso necesitamos que un mayor número de personas como éstas vayan a los Estados Unidos a tocar a las puertas del viejo cristianismo.

Últimamente he recibido muchas cartas en las que me dicen que la nueva manera es verdaderamente viable. Una carta venía de Dallas, Texas, y decía que toda una familia —la madre, el hijo y la nuera— estaba llena de regocijo por los beneficios que obtuvieron de la nueva manera. Si hubiera mil nuevos creyentes que testificaran que han sido llenos de Cristo, que no desean saber otra cosa que no sea Cristo y que Cristo es su amabilidad o su enojo, su estudio, su trabajo, su práctica de tocar a las puertas, su reunión de hogar, su hablar, su cantar y su todo en todo lugar, sin duda alguna toda la tierra sería llena de esperanza. Todos necesitamos recibir esta visión.

(Llevar fruto que permanece, tomo 2, capítulo 8, por Witness Lee)