Llevar fruto que permanece, tomo 2, por Witness Lee

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LOS MINISTROS DEL NUEVO PACTO SON DEL ESPÍRITU

En 2 Corintios 3:6 se nos dice: “El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, ministros no de la letra, sino del Espíritu”. Debemos notar que este versículo habla de los ministros, no del ministerio. El ministerio es diferente de los ministros, pues el ministerio se refiere a la obra, mientras que los ministros son personas, como son los ancianos y los diáconos. En chino a veces añadimos la palabra muchos para distinguir estas dos palabras la una de la otra, y hablamos de “muchos ministros” del nuevo pacto. Eso es correcto porque en el versículo 6 la palabra ministros está en plural.

Según 2 Corintios 3, los ministros del nuevo pacto no son ministros de la letra. La letra tiene muchos significados. En el sentido literal, se refiere a las palabras escritas sobre papel en blanco, pero con respecto a su significado intrínseco, se refiere a la escritura muerta. La letra en este capítulo no se refiere al Nuevo Testamento, porque en aquel tiempo el Nuevo Testamento aún no se había escrito. Al contrario, se refiere al Antiguo Testamento, y en particular, a las Escrituras escritas en tablas de piedra. El significado de la letra también incluye el conocimiento muerto. Al conocimiento que proviene de la letra muerta también se le considera letra. Asimismo la palabra letra se refiere a las ordenanzas. Hoy en día nosotros, como los muchos ministros del nuevo pacto, no somos ministros de ordenanzas muertas, de la escritura muerta ni del conocimiento muerto; todo lo contrario, somos ministros del Espíritu. Nuestra obra y nuestro andar, ya sean que salgamos a tocar a las puertas, llevemos a las personas a la salvación, las bauticemos o conduzcamos las reuniones de hogar, exigen que seamos hombres del Espíritu.

(Llevar fruto que permanece, tomo 2, capítulo 7, por Witness Lee)