NĂșcleo de la Biblia, El, por Witness Lee

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ALEGORIZAR LA BIBLIA

Muchos cristianos dicen que no debemos alegorizar la Biblia. Sin embargo, si no sabemos alegorizarla, la Biblia será un libro cerrado para nosotros, puesto que ella está llena de alegorías. El Evangelio de Juan contiene muchas alegorías. Tomemos por ejemplo, Juan 1:1. Este versículo dice: “En el principio era el Verbo”. Incluso la palabra Verbo es una alegoría. Ciertamente Cristo como el Verbo, o la Palabra, no se refiere a una palabra escrita con letras negras sobre papel blanco. Ése no es el significado de Juan 1:1. Luego, en 8:12 el Señor Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo”. Esto también es una alegoría. Jesús no es una luz que irradia del sol o una lámpara. El Evangelio de Juan también nos dice que Jesús es el Cordero de Dios (1:29). Ciertamente Cristo no es un cordero con rabo y cuatro patas. ¡Sería ridículo afirmar eso! Así que decir que Cristo es el Cordero es hablar de forma alegórica.

En el Evangelio de Juan la muerte del Señor Jesús se describe de forma alegórica. Es muy difícil describir el rostro de una persona. Ni siquiera un libro con cientos de páginas podría reemplazar la fotografía del rostro de alguien. Si usted quiere que alguien sepa cómo es usted físicamente, no le escriba muchas cartas describiéndose a sí mismo; simplemente mándele una foto suya. Asimismo, si quiere tener un entendimiento apropiado de la muerte de Cristo, debe considerar las figuras usadas en el Evangelio de Juan. Juan usa tres figuras para describir la muerte de Cristo: el Cordero, la serpiente y el grano de trigo (1:29; 3:14; 12:24). Aunque podríamos usar miles de palabras para describir la muerte de Cristo, sin estas tres figuras no conoceríamos el significado de Su muerte de manera adecuada. Alabado sea el Señor por las alegorías del Evangelio de Juan en cuanto a la muerte de Cristo. Cristo murió en la cruz como el Cordero para redimirnos. Asimismo, Él fue crucificado en la forma de una serpiente para destruir al enemigo, Satanás. Cristo no tenía la naturaleza venenosa de la serpiente; sin embargo, Él fue crucificado en la forma de una serpiente. Cristo también murió como el grano de trigo a fin de liberar Su vida. Estas tres alegorías nos presentan un cuadro completo de la muerte de Cristo. Éstas nos revelan que Cristo murió para redimirnos, para destruir al enemigo y para liberar Su vida. Si no tuviésemos estas tres alegorías, nos resultaría muy difícil entender adecuadamente la muerte de Cristo. Por lo tanto, no es correcto decir que no debemos alegorizar la Biblia.

En este mensaje queremos ver cómo comer a Cristo como el trigo y la cebada. Tanto el trigo como la cebada son alegorías de Cristo. Cristo es el verdadero trigo y la verdadera cebada. Si queremos conocer a Cristo como el trigo y como la cebada, debemos estudiar las palabras directas del Nuevo Testamento y los cuadros del Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento nos dice claramente que Cristo es nuestra vida (Col. 3:4). Sin embargo, esta afirmación es más bien general. ¿De qué manera específica es Cristo nuestra vida? Para ello necesitamos un cuadro que nos muestre cómo Cristo puede ser nuestra vida. Por lo tanto, necesitamos el cuadro del trigo y la cebada para que nos muestre lo que significa que Cristo sea nuestra vida.

(NĂșcleo de la Biblia, El, capítulo 6, por Witness Lee)