NĂșcleo de la Biblia, El, por Witness Lee

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REDIMIDOS Y LIBERADOS

En el libro de Éxodo vemos a Cristo como el Ángel libertador, como el Moisés que habla y como el cordero que redime y nutre. La casa de Israel disfrutó de todos estos aspectos de Cristo. Ellos disfrutaron tanto de la sangre del cordero como de la vida del cordero. Por medio de este disfrute ellos fueron liberados y recibieron la fuerza para salir de Egipto. Cuando los israelitas cruzaron el Mar Rojo, todo el ejército de los egipcios los siguió. Pero Dios los sepultó a todos bajo un torrente de agua, después de que la casa de Israel cruzó el mar como por tierra seca. Por lo tanto, los israelitas no sólo fueron redimidos del juicio de Dios, sino también liberados de la esclavitud de los egipcios. Cristo es el Ángel libertador, el Moisés que habla y el Cordero que redime con la sangre limpiadora y con la vida nutritiva y fortalecedora. Cuando aplicamos este Cristo a nuestra situación, somos redimidos, liberados y salvos de la esclavitud de Satanás. ¡Aleluya, somos libres!

(NĂșcleo de la Biblia, El, capítulo 2, por Witness Lee)