NĂșcleo de la Biblia, El, por Witness Lee

Más extractos de este título...

LA CEBADA, EL CRISTO ILIMITADO

Ahora llegamos a Cristo como la cebada. La Biblia es maravillosa. Si ustedes no saben alegorizarla, jamás conocerán el secreto de la Biblia. Hace más de cincuenta años, me enseñaron que la Biblia había sido inspirada por Dios. Por muchos años creí esto sólo de manera doctrinal. Pero poco a poco, a medida que sondeaba las profundidades de la Biblia, sobre todo las alegorías, quedé completamente convencido de que la Biblia efectivamente fue inspirada por Dios.

¿Por qué Deuteronomio 8:8 menciona primero el trigo y después la cebada? El trigo debe ir antes de la cebada. Después de que Cristo se encarnó y fue crucificado, Él resucitó. En la buena tierra la cebada madura antes que cualquier otro grano. Debido a que madura tan temprano, es las primicias de la cosecha. Las primicias es un tipo del Cristo resucitado (Lv. 23:10). En 1 Corintios 15:20 dice: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”.

Como la cebada, Cristo es ilimitado. Según Juan 6, Cristo alimentó a más de cinco mil personas con cinco panes de cebada (vs. 9-10). ¡Y los pedazos que sobraron de estos cinco panes llenaron doce cestas! Esto demuestra que la cebada es ilimitada. Por un lado, estamos cultivando al limitado Jesús; por otro, estamos cultivando al Cristo ilimitado. Las riquezas de Cristo son inescrutables, y Su poder es tremendo. Al igual que Pablo, podemos decir: “Todo lo puedo en Aquel que me reviste de poder” (Fil. 4:13). Por medio de este Cristo ilimitado, yo puedo soportar a mi esposa, a mis hijos y a todos los ancianos.

Las hermanas que viven en virtud del Cristo resucitado pueden soportar a sus esposos y a todos sus hijos. Todo esposo le causa dificultades a su esposa. Hermanas, no esperen casarse con un ángel, todos los esposos son problemáticos. Nosotros, los esposos, sencillamente no sabemos comprender a nuestras esposas. ¿Qué deben hacer entonces las hermanas? Deben decir: “Nosotras, las esposas, somos más que vencedores porque tenemos a un Cristo ilimitado. El Cristo resucitado está ahora en nosotras, y Él puede soportar cualquier situación”. Aprendan a cultivar al Jesús limitado y al Cristo ilimitado. Puedo testificarles que tengo a Cristo como mi trigo y como mi cebada. Tengo abundancia de ambos, trigo y cebada, con el cual alimentarme a mí mismo y alimentar a otros.

(NĂșcleo de la Biblia, El, capítulo 6, por Witness Lee)