LA MANERA DE INGERIR EL ALIMENTO SÓLIDO
Estoy seguro de que todos ustedes están muy deseosos de saber cómo comer alimento sólido, y yo siento la carga de compartirles esto. Comer el maná es fácil, y comer al Cordero es aún más fácil. Pero no es tan fácil comer el alimento sólido que contiene los minerales. Comer al Cordero abarca un capítulo y comer el maná abarca dos capítulos. Pero hay libros enteros en la Biblia que están dedicados a la manera de comer el alimento sólido que contiene minerales. Si ustedes desean saber cómo comer el alimento sólido, deben leer todo el libro de Levítico, un libro que no es fácil de entender. Además de esto, deben leer el libro de Números y todos los libros desde Deuteronomio hasta 1 Reyes.
Una vez que estemos en la buena tierra, no comeremos más maná, ya que nuestro suministro será el rico producto de la tierra. Si queremos comer de este rico producto, primeramente debemos vivir en la buena tierra. Si aún vivimos en el desierto, no podremos comer el alimento sólido. En el desierto no había trigo, cebada, uvas ni higos; sólo había maná.
En segundo lugar, debemos laborar en la buena tierra. Debemos labrar la tierra, sembrar la semilla, regar la semilla, cultivar la tierra y luego recoger la cosecha. La buena tierra en la cual vivimos es Cristo. Día tras día debemos laborar en Cristo. La vigilia matutina, la oración y tratar con el Señor son aspectos de laborar en Cristo. A veces en la vigilia matutina tendremos que labrar la tierra y sembrar la semilla; otras veces tendremos que regar la semilla o cultivar la tierra. No sea negligente ni diga: “No importa si tengo o no mi vigilia matutina, si oro o paso tiempo abriendo mi ser delante del Señor”. Hay una diferencia muy grande entre hacer estas cosas y no hacerlas. Debemos laborar en Cristo. Todos debemos ser diligentes en laborar como granjeros. Debemos labrar la tierra, quitar la maleza, cultivar la tierra, regar la semilla e, incluso, matar los insectos y caracoles que son perjudiciales.
Los caracoles son muy sutiles, se esconden detrás de diferentes cosas, y principalmente salen en la noche mientras que estamos durmiendo para comerse las hierbas que recién han brotado. Hace poco me preguntaba por qué algunas plantas de mi casa no estaban creciendo. Al principio pensaba que les hacía falta la luz del sol. Finalmente me di cuenta de que era porque los caracoles se estaban comiendo las plantas. Un día descubrí treinta caracoles en una planta grande. En nuestra vida cristiana hay muchos “caracoles”. Por esta razón, no podemos darnos el lujo de dormir. Si nos levantamos temprano en la mañana, veremos cuánto estos “caracoles” han estado comiéndose nuestra vida cristiana. Por lo tanto, laborar en Cristo incluye el hecho de eliminar estos “caracoles”.
Si laboramos en Cristo como la buena tierra, tendremos una rica cosecha tanto en cultivos como en ganados. Después que recojamos la cosecha, tendremos trigo, cebada, vides, higos, olivas y granadas. Además de esta variedad de la vida vegetal, en la buena tierra también se encuentra la vida animal, pues allí hay bueyes, vacas y ovejas. Ésta es la cosecha de nuestra rica experiencia de Cristo. Como veremos en los siguientes mensajes, debemos apartar para el Señor el diez por ciento de nuestra cosecha. En los mensajes subsiguientes veremos más detalladamente cómo comer el alimento sólido, el cual nos convierte en piedras, hierro y cobre con miras a la edificación del templo, el establecimiento del reino y la derrota del enemigo.
(
NĂșcleo de la Biblia, El, capítulo 4, por Witness Lee)