LA NECESIDAD QUE DIOS TIENE
DE UN TEMPLO ESTABLECIDO
EN LA BUENA TIERRA
Sin embargo, el tabernáculo no permanecía fijo en un lugar, sino que iba de un lugar a otro en el desierto. Dios no deseaba simplemente un tabernáculo móvil en el desierto; Él necesitaba un templo establecido en la buena tierra. Aunque el tabernáculo que vemos en el último capítulo de Éxodo era bueno, era temporal, no estaba establecido. Aunque los hijos de Israel tenían el tabernáculo y eran la morada de Dios, ellos no se habían establecido completamente porque aún estaban en el desierto. Por consiguiente, tenían que seguir adelante hasta entrar en la buena tierra.
Conforme a la Biblia, la buena tierra es un cuadro completo de Cristo. Cristo es el Ángel de Jehová, el Moisés que habla, el Cordero que redime, el pan sin levadura y el maná. Ahora debemos ver que incluso la buena tierra es un tipo de Cristo. Cristo hoy en día es nuestra buena tierra y, como tal, debemos entrar en Él. Le hemos disfrutado como el Ángel, el Cordero, el pan sin levadura y el maná celestial, pero probablemente aún no hemos entrado en Él como la buena tierra ni le hemos experimentado en este aspecto.
(NĂșcleo de la Biblia, El, capítulo 3, por Witness Lee)