CÓMO SER UN MIEMBRO QUE EDIFICA A LA IGLESIA
Hemos visto tanto el ministerio del Señor Jesús como el ministerio de las personas dotadas. Ahora hablaremos de los santos, quienes son los miembros.
Mediante el crecimiento en vida
Todos debemos entender que como miembros del Cuerpo de Cristo, debemos prestar atención a dos cosas. En primer lugar, necesitamos crecer en vida. Esto es fundamental. Sin el crecimiento de vida, la edificación del Cuerpo es imposible. El cristianismo de hoy le da a la gente la impresión equivocada. A la mayoría de los cristianos les parece que puesto que tienen un buen pastor con varios asistentes competentes, no necesitan hacer nada. Sin embargo, para tener una vida de iglesia apropiada, cada miembro necesita crecer en vida. Versículos como 1 Pedro 2:2, Efesios 2:21 y Efesios 4:15 nos muestran que la edificación de la iglesia es únicamente posible mediante el crecimiento de los miembros.
La edificación de la iglesia no es una estructura compuesta de muchos ladrillos y piedras inertes; no, es una entidad viviente. Si no crecemos, no es posible que se produzca la edificación de la iglesia. No podemos tener una iglesia apropiada simplemente empleando el término iglesia; eso no funciona. No importa el nombre o etiqueta que usemos, sin el crecimiento en vida, estamos muertos y vacíos. Una vida de iglesia apropiada depende del crecimiento apropiado de los miembros. Debemos primeramente tomar medidas con respecto a nuestros pecados, a nuestra mundanalidad y a nuestro yo. Es necesario que experimentemos la cruz de Cristo y conozcamos a Cristo como nuestra vida. Debemos vivir en el espíritu, manteniéndonos en contacto viviente con Cristo. Entonces experimentaremos cierta medida de crecimiento. Es por medio de este crecimiento que se efectúa la edificación de la iglesia, y es de esta manera que tendremos la verdadera iglesia neotestamentaria. La realidad se halla en la vida, no en la etiqueta que le pongamos. A fin de que se lleve a cabo la edificación de la iglesia, lo primero que se requiere de todos los santos es que crezcan hasta la madurez.
Mediante la función que ejercen en vida
El segundo requisito que cada miembro debe cumplir es ministrar, es decir, ejercer su función. Tal vez usted diga que no es un ministro; sin embargo, la verdad es que todos somos ministros. Usted ciertamente tiene que reconocer que es un miembro; si ya ha reconocido este hecho, entonces examine su propio cuerpo. ¿Tiene algún miembro en su cuerpo que no cumpla ninguna función? Debemos entender que somos miembros del Cuerpo de Cristo y que, como tales, debemos aprender a ejercer nuestra función. Si usted dice que no sabe ejercer su función o que no puede hacerlo, ello probablemente se debe a que no ha crecido. La función de los miembros depende enteramente de su crecimiento en vida. Si un miembro no puede ejercer su función, dicho miembro está enfermo o está atrasado en su desarrollo. Todos los santos locales deben ejercer su función activamente en la vida de iglesia.
(Visión del edificio de Dios, La, capítulo 15, por Witness Lee)