Visión del edificio de Dios, La, por Witness Lee

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LA PERFECCIÓN EN EL LUGAR SANTÍSIMO

Examinen el cuadro de Éxodo cuidadosamente. Es sólo cuando entramos en el Lugar Santísimo del tabernáculo y allí experimentamos el Arca que podemos llegar a ser una tabla apropiada, una tabla que está recubierta del oro por ambos lados, una tabla que es apta para el edificio de Dios. Únicamente las tablas del Arca están recubiertas de oro por ambos lados. La mesa del pan de la Presencia que está en el Lugar Santo está recubierta de oro sólo por un lado. En el Lugar Santo aún no se ha llevado a cabo por completo la obra de revestir con oro. Por lo tanto, debemos proseguir a experimentar el Arca, a fin de ser perfeccionados al ser revestidos del oro divino por dentro y por fuera. Entonces seremos el material apropiado y adecuado para el edificio de Dios. Necesitamos ser perfeccionados; necesitamos llegar a ser como las tablas del Arca. Las tablas usadas para edificar el tabernáculo de Dios correspondían exactamente a las tablas del Arca. Esto significa que es únicamente al experimentar el Arca que llegamos a ser las tablas adecuadas para el edificio de Dios. En otras palabras, mientras no experimentemos el Arca, no habremos sido perfeccionados ni estaremos disponibles para el edificio. Aunque muchos cristianos hablan mucho en cuanto a la vida de iglesia, hablando con propiedad, no son materiales disponibles para la iglesia.

Las tablas mismas del tabernáculo son producidas a través de nuestra experiencia del Arca, puesto que tanto aquéllas como ésta están completamente recubiertas de oro. El principio es el mismo que el que hemos visto en la producción de las basas de bronce usadas para el fundamento del atrio. Dicho fundamento provenía de haber experimentado el altar de bronce y el lavacro de bronce. Ahora debemos avanzar del atrio, pasando por el Lugar Santo, para entrar en el Lugar Santísimo, a fin de ser producidos como las tablas del edificio de Dios. Es únicamente en el Lugar Santísimo que somos perfeccionados y hechos completamente aptos para el edificio de Dios.

(Visión del edificio de Dios, La, capítulo 7, por Witness Lee)