DESCUIDAN LOS MISTERIOS
Y FORMAN UNA RELIGIÓN
Si descuidamos los misterios hallados en los escritos de Juan, podríamos tomar lo que es revelado en la Biblia y usarlo para formar una religión. Según la Biblia, los cristianos enseñan que hay un Dios y que este Dios es triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu. También enseñan que el linaje humano llegó a ser un linaje caído y pecaminoso en los ojos de Dios. Y que conforme a la justa ley de Dios, todos debemos ser juzgados y vamos a perecer. Basados en la Biblia, los cristianos enseñan que Dios ama a la humanidad caída, que envió a Su Hijo al mundo como hombre, y que Él murió en la cruz por nuestros pecados. Pero debido a que Él es el Hijo de Dios, la muerte no pudo retenerle. Por lo tanto, Él fue resucitado, y ha ascendido a los cielos, en donde, como el Señor de todo, ahora está sentado a la diestra de Dios. Un día Él regresará para establecer Su reino sobre la tierra y reinará en la tierra por mil años, un lapso conocido en la enseñanza cristiana como el milenio. Todo aquel que cree el evangelio, recibirá el perdón de pecados y tendrá vida eterna. Esta clase de enseñanza bíblica ha sido propagada por todo el mundo.
Además, a los cristianos se les enseña a adorar a Dios, a hacer todo para la gloria de Dios y a conducir almas a Cristo. También se les enseña que deben reunirse para adorar a Dios conforme a ciertos ritos, formas y ordenanzas. En ninguna de estas enseñanzas podemos ver las profundidades de las cosas misteriosas.
Los cristianos a menudo hablan de la vida eterna. Sin embargo, el concepto general es que la vida eterna significa cierta clase de bendición eterna. Para muchos cristianos, las palabras vida eterna no trasmiten el pensamiento de una vida divina y misteriosa. Es muy común que, de acuerdo a la versión King James, los cristianos hablen de la vida para siempre, en lugar de la vida eterna. Según el concepto de muchos, el término vida para siempre denota una bendición que perdura por los siglos de los siglos. Tales enseñanzas no hacen referencia a los misterios hallados en el Evangelio de Juan.
(Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 11, por Witness Lee)