Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, por Witness Lee

EL DIOS DEFINIDO

Cuando tenemos la Palabra viviente con la Palabra escrita, tenemos al Dios definido. Por cuanto Dios es abstracto, misterioso e invisible, es necesario que Dios sea la Palabra a fin de explicarse, definirse y revelarse a Sí mismo. La Palabra en Juan 1:1 alude al Dios definido, el Dios explicado, el Dios expresado, el Dios revelado, el Dios dado a conocer a los seres humanos. Ésta es la Palabra. En Juan 1:1 la Palabra se refiere a nuestro Señor, la Palabra viviente, con la Biblia, la Palabra escrita.

En Apocalipsis 19:11-13 tenemos un cuadro del Cristo que juzga y hace guerra. El versículo 13 dice: “Está vestido de una ropa teñida en sangre; y Su nombre es la Palabra de Dios”. El nombre escrito en el muslo del Señor puede compararse a una insignia, una etiqueta, o una señal. Mientras Él lucha contra el enemigo, Él porta una señal que dice: “La Palabra de Dios”. Esto indica que el Señor mismo es la Palabra de Dios. ¿Quiere usted conocer a Dios? A fin de conocer a Dios, usted necesita leer a Cristo, estudiar a Cristo, contemplar a Cristo, mirar fijamente a Cristo.

Sin embargo, no podemos conocer al Señor, la Palabra viviente, simplemente al estudiarlo y contemplarlo a Él. También necesitamos el Libro, la Biblia, la Palabra escrita. Si hemos de conocer a Dios, por un lado, debemos contemplar esta persona viviente y, por otro, debemos estudiar el Libro.

Hemos visto que la Palabra en Juan 1:1 se refiere tanto a la Palabra viviente como a la Palabra escrita. ¡La Palabra, en este versículo, es grandiosa! Esta Palabra es en realidad Dios mismo.

Durante los siglos ha habido mucho debate entre los teólogos con respecto a Juan 1:1. Hemos señalado que, según Juan 1:1, Cristo es Dios,. Otros afirman que la última parte de este versículo no debe traducirse “y la Palabra era Dios”, sino que debe decir “y la Palabra era una deidad”. Algunos que prefieren esta traducción niegan que Jesucristo es Dios mismo. Es posible que ellos digan que Él es una deidad, pero no que Él es Dios. Pueden mantener el concepto de que el Señor Jesús es el Lógos y es una deidad, pero niegan que Él es Dios mismo.

(Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 2, por Witness Lee)