Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, por Witness Lee

LA PUERTA DE LAS OVEJAS

Juan 5:2 dice: “Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las Ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos”. La primera señal mencionada en este versículo es la de la puerta de las Ovejas. La puerta de las Ovejas, una de las puertas de la ciudad de Jerusalén, representa la puerta al redil tradicional de la religión (10:1). Ésta era la puerta por la que el pueblo de Dios, quienes son Sus ovejas, entraba al redil para ser protegido. La ciudad de Jerusalén era un redil para proteger al pueblo de Dios. Jerusalén con la puerta de las Ovejas también es una señal. Únicamente Cristo, el Hijo de Dios viviente, puede ser la realidad de lo que significa esta señal. Cristo es nuestra puerta y también es nuestra ciudad. En Juan 10:7 el Señor Jesús claramente dijo: “De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas”. Luego en el versículo 9 Él de nuevo dijo: “Yo soy la puerta”. Cristo es la puerta, no sólo para que las ovejas entren al redil, sino también para que salgan de allí. Puesto que tenemos a Cristo como nuestro Pastor, no necesitamos el redil. Cristo es la puerta para que podamos salir del redil y disfrutarlo a Él como nuestro pasto.

(Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 17, por Witness Lee)