Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, por Witness Lee

RECIBIR AL SEÑOR EN NUESTRO SER

Durante muchos años me causaba molestia lo que el Señor dijo en Juan 6 respecto a beber Su sangre (vs. 53-54, 56). En la Pascua se aplicaba la sangre del cordero en los postes de las puertas. Pero aquí el Señor Jesús habló de que debemos beber Su sangre. Con el tiempo, el Señor me mostró que beber simplemente significa recibir. Así que, beber la sangre es recibirla. La manera apropiada de recibir algo en nuestro estómago es comiendo o bebiendo. El significado de comer y beber es que recibimos algo en nuestro ser. Por consiguiente, comer la carne del Señor y beber Su sangre es recibir la carne y la sangre del Señor en nuestro ser. Comer es ingerir el alimento para que sea asimilado en nuestro cuerpo orgánicamente. Comer al Señor Jesús es recibirle en nosotros para ser asimilado como vida por el nuevo hombre regenerado. Este mismo principio se aplica cuando le bebemos a Él.

Mateo 26:26-28 describe la escena donde el Señor Jesús establece la mesa. Según Mateo 26:26, el Señor Jesús tomó “pan y bendijo, y lo partió, y dio a los discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es Mi cuerpo”. Luego, después de tomar la copa, y dar gracias, se la dio a Sus discípulos y dijo: “Bebed de ella todos; porque esto es Mi sangre del pacto, que por muchos es derramada para perdón de pecados” (vs. 27-28). Comer la carne del Señor, la cual está representada por el pan, y beber Su sangre, representada por la copa, es recibir al Cristo crucificado, quien fue muerto por nuestros pecados para que la redención fuese efectuada. De esta manera le tomamos y le recibimos como nuestra comida para ser nutridos.

(Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 19, por Witness Lee)