LOS ESCRITOS DE JUAN
No son solamente suplementarios
sino que llevan a la consumación
A lo largo de los siglos, tanto maestros como expositores han concordado en que los escritos de Juan fueron los últimos escritos del Nuevo Testamento en ser completados. Todas las epístolas de Pablo y de Pedro fueron completadas aproximadamente en el año 65 d. C. Fue casi después de un cuarto de siglo, cerca del año 90 d. C. que Juan compuso tres categorías de escritos: el evangelio, las epístolas y el libro de Apocalipsis. El Evangelio de Juan, las epístolas de Juan y el libro de Apocalipsis fueron los últimos libros de la Biblia que se escribieron.
Los escritos de Juan no solamente son suplementarios, sino que son los que llevan a la consumación. El Evangelio de Juan da conclusión a los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Las epístolas de Juan dan conclusión a todas las demás epístolas y Apocalipsis de Juan da consumación a todo el Nuevo Testamento, incluso a toda la Biblia. Así pues, los escritos de Juan son tanto suplementarios como los que dan consumación.
Son suplementarios a los evangelios sinópticos
desde el punto de vista de la deidad de Cristo
El Evangelio de Juan complementa los evangelios sinópticos desde el punto de vista de la deidad de Cristo. Mateo, Marcos y Lucas son llamados evangelios sinópticos. La palabra sinóptico significa “tener un punto de vista”. Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas fueron escritos desde el punto de vista de la humanidad de Cristo. Mateo revela que Cristo es el Rey; Marcos, que Él es el Siervo de Dios; y Lucas, que Él es nuestro Salvador. El Rey, el Siervo y el Salvador, todos ellos son aspectos de Cristo en Su humanidad. Pero el Señor Jesús es tanto Dios como hombre, tanto divino como humano. Por consiguiente, es necesario un suplemento a los evangelios sinópticos que muestre la deidad de Cristo. El Evangelio de Juan es suplementario y nos lleva a la consumación, porque revela el lado divino de la persona maravillosa de Cristo. En los escritos de Juan tenemos un panorama de la deidad de Cristo.
Dan consumación a la revelación divina
con la persona divina, la vida divina,
la naturaleza divina y
los logros divinos del Dios Triuno
Los escritos de Juan dan consumación a la revelación divina con la persona divina, la vida divina, la naturaleza divina y los logros divinos del Dios Triuno. En el evangelio, en las epístolas y en Apocalipsis de Juan podemos ver mucho de lo que el Padre divino ha logrado. Todo lo que Él ha logrado es divino. En los escritos de Juan también podemos ver cuánto ha sido logrado por el Hijo y el Espíritu Santo. Todo lo que el Dios Triuno obtiene es divino y misterioso.
No solamente son polémicos, sino reveladores
Algunos teólogos dicen que los escritos de Juan son polémicos o argumentativos. La palabra polémico se deriva del vocablo griego para guerra y denota un argumento controversial, en particular, un argumento contra alguna opinión o doctrina. Los escritos de Juan son polémicos en el hecho de que él estaba luchando en contra de las herejías acerca de la persona de Cristo. Sin embargo, sus escritos no solamente son polémicos, sino reveladores. Ellos revelan los misterios de la economía divina del Dios Triuno. En los escritos de Juan un velo tras otro es quitado. El libro de Apocalipsis es un libro de revelación. (En el griego, la palabra revelación significa “quitar el velo”). Aun ahora mismo, la administración de Dios se está llevando a cabo en el universo, pero los incrédulos no ven la administración de Dios ni tienen conocimiento de ella. Pero debido a que el velo ha sido quitado, nosotros sí podemos ver que Cristo está en el trono en los cielos llevando a cabo la administración de Dios. Éste es uno de los misterios en la economía divina del Dios Triuno. Los escritos de Juan no son meramente polémicos o argumentativos, sino que más aún, descorren los velos.
(
Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 3, por Witness Lee)