LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO
Veamos ahora otra señal en Juan 2, la señal de la edificación del Cuerpo místico de Cristo. Debemos entender que la reedificación del templo destruido ya se llevó a cabo. En la resurrección de Cristo todos hemos sido resucitados. Pedro nos dice que hemos sido regenerados mediante la resurrección de Cristo (1 P. 1:3). Esto quiere decir que en la perspectiva de Dios, según los logros que ha obtenido en Su economía, el Cuerpo de Cristo ya ha sido edificado.
El tiempo de los verbos empleados en el libro de Apocalipsis indica esto. Por ejemplo, el apóstol Juan no dice que la Nueva Jerusalén vendrá; él dice que vio la Nueva Jerusalén descender del cielo, de Dios. Aproximadamente hace mil novecientos años atrás, Juan vio la Nueva Jerusalén. Esto muestra que, según la manera en que Dios ve las cosas, el Cuerpo de Cristo ya ha sido edificado.
¿Sabe usted en qué consiste nuestro vivir? Como cristianos que somos, nuestro vivir consiste simplemente en experimentar el cambio de la muerte en vida con miras a la edificación del Cuerpo místico de Cristo. Toda la vida cristiana consiste de dos asuntos: cambiar la muerte en vida y edificar el Cuerpo místico de Cristo. Ésta es la vida cristiana apropiada, genuina y completa. No existe un tercer asunto en nuestra vida cristiana. Ahora nos hallamos en esta edificación por medio de este vivir diario, y nuestro vivir diario es un asunto de cambiar el agua en vino.
Podemos resumir nuestra vida cristiana diciendo que la vida cristiana es el cambio de muerte en vida, de agua en vino, para edificar el Cuerpo de Cristo. ¿En qué consiste nuestro vivir? Nuestro vivir consiste en experimentar el cambio de muerte en vida. ¿Qué es lo que estamos haciendo aquí? Estamos llevando a cabo la obra de edificar la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Éste es nuestro vivir, y ésta es nuestra meta. Nuestro vivir es el cambio de muerte en vida. Nuestra meta es la edificación de la iglesia. Tenemos un vivir que es de la vida eterna, el zoé eterno, con el propósito de edificar el Cuerpo místico de Cristo.
(Cumplimiento del tabernĂ¡culo y de las ofrendas en los escritos de Juan, El, capítulo 5, por Witness Lee)